RCD Mallorca 1 (4) 1 (5) Hertha Berlin
RCD Mallorca: Cabrero, Campabadal, Yuste, Raíllo, Saúl, Juan Rodríguez, Juan Domínguez, Salomao, James, Brandon, Lekic Hertha Berlin: Kraft, Torunarigha, Plattenhardt, Pekarik, Langkamp, Lustenberger, Skjelbred, Darida, Esswein, Stocker, Ibiševic
Goles: Fernando Cano (min. 47); Stocker (min.60)
Estadio: Campo Tomeu Serra

 

El igualado encuentro se decidió desde el punto de penalti y se decantó del lado alemán. Ambos equipos aprovecharon para experimentar y poner en práctica nuevas ideas. Los berlineses preparándose para la vuelta de la Bundesliga, a finales de mes, y los mallorquines para hacerse cada vez más con la idea de Olaizola. En la grada, abundantes aficionados de los dos conjuntos y un gran ambiente. Personalidades de ambos equipos como sendos presidentes, Molango, Iván Campo y, para sorpresa de muchos, Volckman y Messow, presidente y director deportivo del Atlético Baleares, junto a sus compatriotas alemanes aficionados del Hertha.

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Aficionados del Hertha de Berlín

La primera parte comenzó con cierta pasividad, aunque el ritmo fue aumentando a medida que los minutos pasaban, y transcurrió con escasa ocasiones. Solo Lekic puedo haber hecho subir un tanto al marcador tras fallar un mano a mano a pase de Brandon.

En la segunda mitad Olaizola dio minutos a once jugadores diferentes (Parera, Company, Vallejo, Pleguezuelo, Alberto, Damià, Álex Serrano, Fernando Cano, Lago Junior, Pol Roigé y Óscar Díaz), mientras que Pál Dárdai siguió con los mismos jugadores los 90 minutos. Desde ese momento, el campo Tomeu Serra se convertiría en el jardín de Fernando Cano. El ex-jugador del Valencia – y su exquisita zurda– hicieron disfrutar a los numeroso asistentes y, a buen seguro, demostró a Olaizola que calidad no le falta para hacer algún que otro cameo en el primer equipo. Anoto el gol, ajustando el balón al lateral de la red tras disparar desde fuera del área, e hizo jugar a sus compañeros. También cabe destacar la vuelta de Álex Vallejo a los terrenos de juego (actuó como central y dejó buenas sensaciones), la reaparición de Alberto López con la elástica bermellona y el protagonismo que asumió Álex Serrano, llevando la batuta incluso en el balón parado.

Cano y Serrano
Fernando Cano y Serrano, abarzados tras el gol

Stocker empató en el minuto 60 y, desde entonces, el partido se apagó, exceptuando una grandísima oportunidad que Ibiševic desperdició solo ante Parera. Se llegó a los penaltis y, una vez más, Cano destacó entre todos. Una ejecución perfecta a lo panenka que hizo las delicias de la afición y desquició a Kraft. Más tarde Álex Serrano falló su lanzamiento y los alemanes se llevaron el triunfo.

Olaizola se va encontrando

El donsotiarra presentó un once hipotéticamente titular y se decidió formar en 4-4-2, sistema por el que parece decantarse. Con el, una alta presión en bloque realizada por todo el equipo y comenzada por Brandon. Sobre todo, en saques de puerta, donde Lekic se pega uno de los centrales, cortando línea de pase, para forzar el pase al otro central, quién posteriormente es presionado por Brandon. No obstante, pese a que esta formación favorece dicha presión, entorpece la salida de balón. Al no contar con la figura del mediocentro posicional, Yuste y Raíllo deben responsabilizarse y, como es obvio, muchos balones acabaron siendo jugados en largo. La idea de Olaizola, pese a que aún necesita trabajo y práctica, parece empezar a amoldarse bien a los jugadores.

Con las ideas claras

No es fruto del azar el tercer puesto en Bundesliga. El equipo capitalino, dirigido por el ex-seleccionador Hungaro Pál Dárdai, demostró estar trabajado al detalle. No excelencia, pero si efectividad en su juego. Ibiševic, con un portentoso juego de espaldas (que dejó en evidencia al de Lekic), canalizó el juego cuando no fue posible salir jugando por la presión que ejercía el Mallorca. Destacó, sobre todo, el centro del campo, donde tanto Lustenberger como Skjelbred realizaron un gran trabajo con el balón. Por otro lado, Esswein y Stocker se mostraron muy participativos en ambos flancos, siendo este último el jugador más destacado y llamativo del Hertha. Sus internadas fueron realmente dañinas para la defensa bermellona y fue el encargado de anotar el gol, tras sortear a Parera con facilidad. Hay que sumarle su gran actitud y su fuerte carácter, que acabó en una pequeña riña al final del partido.

Seguro que ambos equipos y sus respectivos entrenadores habrán extraído conclusiones positivas del encuentro. Para los alemanes, una piedra de toque antes de volver a la competición. Para los baleares, un refuerzo a su confianza tras plantarle cara a un rival claramente superior. Y para la afición, una entretenida tarde de fútbol.