El Madrid salió vivo del Camp Nou, vio cómo fallaban sus rivales y aumenta las distancias en LaLiga. No le pudo ir mejor la jornada. Por abajo, primer triunfo de un Granada que parece mejorar.

No fue bueno el Clásico del pasado sábado en el Camp Nou. Al final, empate y todo continúa como estaba. Una vez más el ‘partido del año’ decepcionó, con escaso fútbol, menos ocasiones y poco más. Sólo se rompió el partido cuando Luis Suárez marcó el gol catalán, en posición dudosa, y al Madrid no le quedó más remedio que tirar las líneas hacia adelante para intentar el empate. No obstante, coincidiendo con esos momentos y con la entrada de Iniesta en el campo -ya recuperado de su lesión- fue cuando el Barcelona desplegó su mejor juego y cuando pudo romper el encuentro. Pero Neymar y Messi no estuvieron afortunados en el remate y dieron vida a un Madrid que se sentía acosado a la contra y parecía contra las cuerdas. Una falta ‘tonta’, fuera de lugar, de Arda sobre Marcelo en un lateral dio origen al centro de Modric y al cabezazo de Ramos que supuso el empate definitivo ya en el descuento. Además del error del turco -muy mal en los quince minutos que estuvo sobre el campo- el capitán blanco remató completamente sólo, con Varane y Mariano detrás de él. Es decir, los defensas blaugranas desaparecieron como por arte de magia, algo inaudito en un equipo que quiere ganar LaLiga y que aspira a liderar Europa.

Lo que dejó claro el Clásico es que hoy por hoy el Madrid parece mejor, al menos en conjunto, que el Barcelona. Luis Enrique -lo vengo repitiendo en las últimas semanas- no parece tener un plan ‘B’ o ‘C’ en caso de que su estrella, Messi, desaparezca por cualquier motivo. Si el argentino no está enrachado el equipo no funciona. Iniesta ha sido baja más de mes y medio y ya está disponible y sin duda será un enorme apoyo, como el sábado se comprobó en la media hora que jugó. Pero ya tiene 32 años. Neymar y Suárez no tuvieron apenas presencia y en la defensa el único que se salvó fue Piqué, como casi siempre. Hombres como André Gomes, Arda y Mascherano han quedado marcados por su mal partido y, lo que es peor, porque están desaprovechando todas las oportunidades de las quedan disfrutado. El argentino, además, desde que renovó en verano sólo ha dejado ‘cantadas’ y entradas peligrosas e innecesarias. parece que sus mejores días pasaron a mejor vida. Si a este cóctel le añades que el centro del campo queda desasistido, con Busquets en inferioridad, los problemas crecen. Hace unos años el Barcelona se caracterizaba por su presión, su juego de toque rápido y sus innovaciones tácticas, además de la evidente calidad de sus jugadores. De ese Barcelona ahora sólo queda el nombre.

Mientras, Zidane ha conseguido mantener a todos sus jugadores concentrados, jueguen o no, y en el campo son una piña a pesar de la poca presencia de un inoperante Benzema. Todos trabajan y se esfuerzan, y ahí están los resultados. Claro, también hay que tener fortuna, y ésta le acompaña por ahora al técnico francés, que ya ha remontado o igualado diversos encuentros en los minutos finales.

Pero como todo no es Clásico, destacaremos también el triunfo del Athletic ante el Éibar, con un gran Williams; la primera victoria del Granada -que le permite respirar- frente a un Sevilla que pinchó en el peor momento y en su estadio propicio. Además, el Sporting terminó con una racha negativa en el momento oportuno al derrotar a un rival directo como Osasuna, que no despierta ni con el cambio de entrenador.

Hubo varios empates, destacando el del Atlético en su estadio, incapaz de derrotar a un Espanyol que defendió muy bien y que va hacia arriba; o entre Leganés y Villarreal, incapaces de ver puerta. Todo lo contrario que Betis y Celta, que se repartieron seis goles en un choque con múltiples alternativas que pudo caer de cualquier lado; como Alavés y Las Palmas, que igualaron de forma justa. En el último choque de la jornada el Málaga logró merecidamente en el descuento un punto en Mestalla ante un Valencia errático que no hizo méritos para más.

Para esta noche queda un atractivo Deportivo-Real Sociedad, donde los vascos pueden dar un zarpazo y subir hasta la cuarta plaza. Pero los gallegos se juegan algo más que tres puntos.