Entre la convicción y la objetividad normalmente aparece un separador de realidad y, visto lo visto, la primera comparecencia de Javier Olaizola después de la derrota en Almería llevaba ingredientes de artificial seguridad. «Yo estoy convencido que hay futbolistas en la plantilla para sacar el objetivo tranquilamente. El equipo mejorará seguro». La cosa, a estas alturas, es saber cuál es el objetivo para el club aunque de cara al exterior cada vez más se dibuja uno solamente: salvación. «Creo que en el primer tiempo hemos tenido ocasiones como para ponernos por delante y ellos nos han sacado un golazo. Hemos tenido la mala suerte del penalti en contra y evidentemente se han recompuesto para el 2-1 y ha habido oportunidades para empatar el partido», argumentaba el donostiarra en su estreno afirmando que tras unas pocas sesiones -ni una semana natural- él se encuentra «tranquilo».

Por otra parte, Olaizola ha querido desgranar mínimamente los pros y los contras de la actuación de sus pupilos en el tapete almeriense. «Me ha gustado la personalidad del equipo para jugar al futbol y para hacer ocasiones. Y lo que menos me ha gustado ha sido el trabajo defensivo de todo el equipo. Cuando tenemos el balón falta después recuperarlo y la presencia tiene que ser estrechísima cada vez que el rival llega a la portería. Hay que mejorar esos aspectos porque de media ocasión nos hacen un gol». Además, preguntado por la dos novedades en el once de Pol Roigé y Adrià Dalmau, el míster bermellón consideró positiva su presencia en el once inicial. «Los he visto bien. A medida que vayan compitiendo van a ir mejorando. Esty muy contento con los dos. Cuesta volver y coger ritmo de competición.