Nos hemos reunido con el portero más en forma de las tres primeras categorías del futbol español. Tomeu Nadal firma unos espectaculares números en busca de lograr el ascenso a Segunda División con el Albacete Balompié.
Doce partidos de dieciséis con portería a cero. ¿Cómo se consigue eso?
Es un trabajo del día a día de todo el equipo. Estamos haciendo un buen trabajo defensivo, y hemos conseguido una solidez muy buena. Es mérito de todo el equipo, porque también los jugadores de la parte más ofensiva se implican en tareas defensivas. Creo que se consigue a base de trabajo diario.
«Sin ninguna duda el objetivo es el ascenso»
Menos de 0’4 goles por partido. ¿Orgulloso de estos números?
Si, claro. No me esperaba que a estas alturas fueran tan buenos los números. La verdad que es un orgullo que después de dieciséis jornadas solo hayamos encajado seis goles, con doce partidos manteniendo la portería a cero. Es algo difícil de conseguir. Eso es lo que nos da para estar ahora mismo líderes. Algunos partidos nos hemos visto atascados en la parte ofensiva, que en los minutos finales hemos podido anotar para llevarnos los tres puntos.
Este fin de semana, 0-6 al tercer clasificado. ¿Podríamos decir que este Albacete va muy en serio?
El grupo que hay vamos muy en serio. El grupo que hemos venido aquí somos nuevos, y con la ilusión y las ganas de hacer algo grande. Conseguir el objetivo del club que no es otro que ascender. Este fin de semana, jugábamos contra el que era segundo clasificado logrando este 0-6. Es verdad que se quedan con uno menos en el minuto veinte, pero igualmente fuimos superiores.
Entonces, ¿el objetivo del Albacete es claramente el ascenso?
Sin ninguna duda. El objetivo tanto del club como de todos los jugadores que hemos venido aquí es el ascenso. Muchos jugadores el año pasado estábamos en segunda división y por circunstancias hemos tenido que bajar de categoría. Nuestra ilusión y el objetivo principal es volver a Segunda División.
«No me esperaba poder volver a casa. Fue una ilusión enorme»
¿El estado de juego es un reflejo de la piña en el vestuario?
Desde el primer momento que empezamos la pretemporada hicimos un grupo humano muy bueno donde el vestuario es muy bueno con competencia muy sana. Cada uno sabe lo que tiene que hacer, y esto se refleja en todos los partidos, habiendo una gran generosidad entre todos.
Recordando el año pasado, pudiste volver al Mallorca. ¿Cómo viviste ese regreso?
Lo viví con mucha ilusión. No me esperaba volver a casa, volver al club donde me formé. Cuando se hizo todo, fue una ilusión enorme. No tuve la oportunidad de debutar, pero yo creo que en el trabajo diario, el que estuvo en mis manos, yo quedé bastante contento. Luego, las decisiones las toman otras personas, pero yo quedé muy contento.
Supongo que te quedarías con ganas de poder debutar, ¿no?
La espinita la tengo guardada desde que me fui la primera vez, y sigue ahora que pude volver, no poder debutar con el primer equipo. Todo el mundo quiere jugar en su casa y en su club. Pero en el futbol nunca puedes decir nada. Ahora estoy muy centrado en Albacete y muy contento aquí. Apostaron muy fuerte por mí, y es el momento de devolver toda la confianza que me demostraron ellos consiguiendo el objetivo.
También querría recuperar tu etapa en Tarragona. Por un lado el ascenso, y por otro todo lo que conllevó la dichosa sanción. ¿Cómo podrías resumirnos tu estancia en el Nàstic?
Fue buena y a la vez un poco agridulce. En la parte personal, la primera temporada empecé jugando y después me paso lo de la sanción. Pero a nivel de grupo fue muy bueno, porque logramos el ascenso que era el objetivo principal del club. A nivel de grupo quedé muy contento, algo inmejorable. Además el medio año que estuve en Segunda División, se dieron las cosas bastante bien y me quedaron muy buenos recuerdos, muy contento con afición y con club.