La dificultad de la categoría demuestra que cualquier pronóstico es totalmente impredecible.

Tras el primer tercio de temporada cualquiera diría que la clasificación marca lo que inicialmente se preveía. Equipos que se postulaban como candidatos al descenso se aúpan en la tabla mientras que equipos que entraban en las apuestas para la lucha por el ascenso se encuentran vagando por los puestos bajos. Esto es lo bonito e impredecible del fútbol: aquello que se cree como sorprendente se convierte en real.

Al principio de campaña nadie daba un duro porque, a estas alturas, equipos Reus Deportivo, Huesca o Lugo ocupasen la parte alta de la tabla dejando en la cuneta a históricos del fútbol español, cuya obligación es regresar cuanto antes a la élite. Sin embargo, la solidez deportiva de estos conjuntos les ha permitido soñar con algo más allá que la mera permanencia. Bien es cierto que aún es pronto, que todo esto muy igualado y que cualquier equipo te puede «pintar la cara» pero no cabe duda de que estos conjuntos están demostrando que, a través de su trabajo y disciplina táctica, pueden competir de tú a tú ante cualquier equipo, dejando a un lado las «excusas» del presupuesto.

CD Lugo
Lugo es una de las sorpresas de la Liga 1,2,3 / www.sport.es

Estos tres equipos que he mencionado anteriormente junto con el Cádiz son las sensaciones del momento en la Liga 1,2,3, sin dejar escapar al Sevilla Atlético, cuya adaptación a la categoría está siendo espectacular. Sin embargo, la sorpresa salta cuando en la otra mitad de la tabla aparecen equipos como el Real Mallorca o el Real Valladolid, que están llamados a ser los «gallitos» de la categoría, no sólo por su plantilla sino por el bagaje y la experiencia de sus entrenadores (Fernando Vázquez y Paco Herrera) en la categoría.

Sin embargo, en la Segunda División para estar arriba no sólo debes tener más dinero que el rival, aunque lógicamente ayude, sino que tienes que reunir una serie de factores indispensables para que esto se dé como es el hecho de tener jugadores conocedores de la categoría, con la ambición y las ganas suficientes para correr, con la entrega necesaria para competir y, principalmente, con la estricta disciplina táctica que permita configurar un equipo totalmente correoso. Esto es tan importante como difícil y, por ello, semana tras semana la Liga 1,2,3 nos deja tantas sorpresas.

Llegados al primer tercio de la temporada y tras haber visto a la totalidad de equipos me sería muy difícil apostar por quiénes serían los tres afortunados para escalar hacia la Primera División. En estos momentos, Getafe, Real Zaragoza y Real Oviedo serían mis tres opciones para el ascenso. El primero, además de por sentimiento, porque la mano de Bordalás sigue haciéndose notar cada semana tras haber convertido al Getafe en el equipo correoso y difícil de batir que al principio no fue y haber conseguido cambiar la mentalidad de una plantilla que miraba más en lo que iban a alcanzar en junio que en lo que debían conseguir día a día. El segundo porque el «efecto Agné» que comentaba la semana pasada ha llevado al Real Zaragoza a ser un equipo totalmente disciplinado tácticamente, solidario defensivamente y con una idea de juego clara que, unido a la calidad que atesoran sus futbolistas, hacen que sea un equipo francamente complicado de superar. Por último, el Real Oviedo de Fernando Hierro, ya que, a pesar del tropiezo en Huesca, ha alcanzado la regularidad necesaria para ser equipo de play-offs y tienen jugadores conocedores de la categoría que están demostrando una gran experiencia en el dominio del ritmo de partido. Sin embargo, aunque parezca curioso, el «todopoderoso» Levante de Muñiz, cuyo comienzo de liga ha sido impecable, creo que no va a conseguir aguantar la dinámica inicial y aún está por ver cómo responden en los momentos en los que no sumen tantos puntos de seguido.

Estas últimas valoraciones son puramente opinión, pero lo que no es opinión sino realidad, es que esta categoría cada día nos deleita con algo nuevo. Todos quieren llegar a la élite, pero, sin duda, la igualdad y la incertidumbre que genera el posible resultado en cualquier partido de esta categoría es inigualable. Sigamos disfrutando.