La llegada del técnico maño, Raúl Agné, al Real Zaragoza ha cambiado la cara a un equipo que deambulaba en una dinámica que generaba serias dudas. En tan sólo tres jornadas, el nuevo míster ha conseguido colocar al equipo en puestos de play-offs, tras encontrárselo decimoquinto a tres puntos de la zona de privilegio.
Dos victorias y un empate avalan, por el momento, el trabajo del nuevo entrenador, que ha devuelto la ilusión a una afición necesitada de alegrías. Los pasos firmes que muestra el equipo y su apuesta por la cantera han generado esperanza en la afición que sueña nuevamente con el ansiado ascenso a priori. Hasta la fecha, el nuevo técnico ha hecho debutar a varios canteranos, ya que el tope salarial le imposibilita acudir al mercado de fichajes invernal y sabe que debe encontrar la solución en casa.

La dulce situación del conjunto maño permite a su afición soñar con regresar a la máxima categoría tras cuatro años sufriendo el infierno de la Segunda División. Tales son las esperanzas que está generando la nueva dinámica del conjunto maño que este domingo en su visita a Getafe estará respaldado por más de 500 seguidores, ya que cerca de diez autobuses saldrán desde la ciudad maña.
Cuando en la jornada seis el conjunto zaragocista, entonces dirigido por Luis Milla, estaba cuarto con once puntos nadie pensaba que por estas fechas el dueño del banquillo iba a ser otro entrenador. Sin embargo, las malas sensaciones generadas por el equipo, sumado a una racha de seis partidos sin conocer la victoria (tres empates y tres derrotas) provocaron la difícil decisión de cesar al técnico turolense. Esto, además, se produce porque la dirección deportiva mañana no se podía permitir un nuevo fracaso tras el esfuerzo que hicieron en verano para conseguir confeccionar una plantilla de garantías, adquiriendo a jugadores de la talla de Xumetra, Jose Enrique, Casado, Juan Muñoz o los ya conocidos Zapater y Cani, emblemas del club y claros espejos para los canteranos.
De momento, parece que la decisión ha conseguido los efectos esperados pero esta carrera de fondo es muy larga y aún está por comprobar si la afición nuevamente perderá la paciencia con los suyos o si de una vez por todas éstos les recompensan tras varios años de sufrimiento. Y es que en Zaragoza cada día es diferente, ya que la presión por ascender es muy grande y la paciencia es mínima. Si no que se lo digan al cesado Luis Milla, que, a pesar de que el equipo no tenía una dinámica buena, se encontraba a tan sólo tres puntos del objetivo.
Veremos cómo acaba esto. De momento, este domingo debe superar una prueba de nivel como es el Getafe del también recién fichado Bordalás, cuyo lavado de cara al equipo ha sido bastante importante. Se enfrentan dos equipos en líneas ascendentes y cuyas aficiones están ilusionadas. Veremos si se impone el «efecto Bordalás» o el «efecto Agné»…