Los favoritos mantienen el ritmo y ya se vislumbra a los cinco conjuntos que pueden pelear por las plazas Champions. Por abajo, el Granada comienza a descolgarse.

Este fin de semana hemos visto partidazos en distintos estadios con muchos goles, emoción y polémicas, muchas polémicas. El Barcelona logró los tres puntos en Mestalla ante un Valencia que mostró una imagen más interesante y más cercana a lo que siempre ha sido este club. Undiano Mallenco, el colegiado, se erigió en el auténtico protagonista del choque. Dio validez a un gol culé ilegal (el primero de Messi, con Suárez en fuera de juego participando en la jugada), perdonó una posible expulsión a Busquets, señaló un penalti en el descuento favorable al Barcelona -que existió- y no vio otro posible en el área catalana (que también pareció claro). En definitiva, una actuación con muchas sombras y despropósitos que perjudicó al Valencia. Si nos ceñimos sólo al fútbol habrá que comentar que fue un encuentro de cambios constantes, sin un dominador claro, que tuvo ocasiones y en el que apareció Messi, como casi siempre. Salió mandón el Barcelona, con un dominio claro en el centro del campo, ante un Valencia timorato y nervioso. Después de varias intentonas marcó Messi desde el borde del área un gol que subió al marcador pero que no debió hacerlo porque Suárez saltó para que no le golpeara  el balón cuando se encontraba en fuera de juego. Con el viento a favor el conjunto de Luis Enrique pudo sentenciar pero sus delanteros no estuvieron afortunados. Con el paso de los minutos comenzó a notarse el trabajo de Prandelli y sus hombres se fueron arriba. Dispusieron de alguna ocasión y de un posible penalti (pareció) no señalado. En diez minutos tras el descanso todo varió con dos goles locales. Entonces el partido se volvió loco, se rompieron los ajustes y primó el ataque sobre las defensas. Suárez consiguió igualar y en el descuento llegó el penalti que iba a dar la victoria al Barcelona. Los dicho, buen partido y pésimo arbitraje.

Mientras, el hasta ayer líder, Atlético, cayó en el Pizjuán ante un magnífico Sevilla que supo desactivar a los colchoneros y clavarle el aguijón ya avanzada la segunda mitad. Fue un encuentro como estaba previsto, con mucha pasión, lucha, tensión y buenas ocasiones, sobre todo generadas por un Nasri engrandecido que maravilló con sus controles y su conducción del balón. Los de Sampaoli presentan su candidatura con fuerza después de recibir a uno de los mejores conjuntos de la categoría que ayer no pudo aguantar el liderazgo. Éste pasó al Real Madrid, vencedor con suspense frente al Athlétic en otro mal partido de Cristiano Ronaldo, quien parece peleado con el mundo y con el gol. Erró en numerosas ocasiones, incluso al final, con el tiempo cumplido, sólo cuando se encontraba delante de Iraizoz. Pero fue incapaz de batirle o de ceder el balón a los dos compañeros que se encontraban a su lado que sólo tendrían que haber empujado el balón al fondo de la red. Su egoísmo, su falta de compañerismo y su obsesión por marcar le están cegando y están dejando una pésima imagen de él. Cristiano se hace mayor, ya no es el mismo, pero parece incapaz de aceptarlo y buscar otras formas de juego. A pesar de todo, el Madrid ganó, que era lo importante, y recuperó la cabeza de la tabla.

También se une al grupo del Villarreal, que derrotó in extremis a Las Palmas después de un encuentro espeso que Bakambú desniveló en el descuento de forma injusta porque la jugada venía precedida de una clara falta del delantero amarillo Demasiaado castigo para los méritos de los isleños, que merecieron al menos un punto.

Por lo demás, victorias contundentes del Celta en el derbi gallego -muy superior a un Deportivo que comenzó bien pero que perdió fuelle en la segunda mitad-, de la Real Sociedad ante un desconocido Alavés, que permitió demasiado al ataque donostiarra, y de un Málaga clarividente en ataque frente a un timorato Leganés que tuvo muchos problemas para controlar los movimientos entre líneas de los jugadores locales. Finalmente, el Betis golpeó al Osasuna a domicilio cuando más duele, en el minuto final, y empate entre Granada y Sporting que deja mejores sensaciones a los asturianos, que al menos suman ante un rival. Los de Alcaraz, por su parte, no encuentran el camino y comienzan a quedarse muy rezagados en la cola.

Con estos mimbres y con cinco equipos luchando en tres puntos iniciamos una semana sin competiciones hasta la próxima jornada que comenzará el viernes. Pero esa ya será otra historia.