El Gimnàstic de Tarragona terminó tercero la temporada pasada luchando por el ascenso hasta la última jornada. Posteriormente, fue eliminado en semifinales de la fase de ascenso. Fue el equipo más regular de la campaña precedente, pese a ser un recién ascendido.
Mantuvo una línea constante desde la fecha inaugural hasta el final. Una competitividad ejemplar. Su debe fue no ser capaz de atacar las posiciones de ascenso directo. Deportivo Alavés y Club Deportivo Leganés fueron sustancialmente menos regulares, pero desarrollaron diversas rachas lo suficientemente sobresalientes y significativas como para subir a Primera División.
Hoy día, es colista y es el único conjunto que no ha ganado ningún partido. Suma seis puntos fruto de seis empates. Ha perdido cinco encuentros. Llega a esta duodécima jornada después de dos derrotas consecutivas y a cinco puntos de la salvación. Ha empatado cuatro de sus cinco duelos disputados en casa. De hecho, el Real Valladolid fue el primero en vencer en Tarragona hace dos jornadas. Solo ha marcado más goles que cuatro rivales y es el conjunto con más tantos encajados. Los delanteros Alejandro López e Ikechukwu Uche son sus máximos realizadores, ambos con tres dianas aportadas.
Uche llegó para cubrir un vacío en el Nàstic de la temporada anterior, en la que Achille Emaná y José Manuel García Naranjo explotaron como goleadores en la segunda vuelta, pero ninguno de los dos es delantero centro. Ambos no continúan con respecto a la campaña previa. Sí se mantienen jugadores claves en el bloque como el portero Manuel Reina, el lateral derecho Gerard Valentín, los centrales Xavi Molina, Iago Bouzón y Daisuke Suzuki, el lateral izquierdo Josep María Mossa, el pivote Levy Madinda o los delanteros Jean Luc y Alejandro López, entre otros.
Es un equipo que combina y tiene profundidad. Les falta confianza y fortaleza defensiva. Un equipo notablemente trabajado por Vicente Moreno, quien los ascendió en 2015 y que tan sobresaliente campeonato realizó en la pasada edición de Segunda División.
La directiva del Nàstic ha otorgado confianza a Vicente Moreno en una muestra de coherencia y paciencia con el proyecto. El trabajo por encima de los resultados. Los frutos llegaron de modo sensacional las temporadas anteriores. Línea clara. Estabilidad.