El RCD Mallorca no está teniendo su mejor inicio goleador, ni mucho menos. La buena faceta que el equipo está mostrando en defensa, la contrasta con los pobres números que se cosecha en la parte ofensiva. Llámalo mala suerte o que no se llega lo suficiente, la cuestión es que el Mallorca no mete goles y esto, a medida que vayan pasando las jornadas, será un problema muy grave.

Nunca antes el equipo balear había registrado unos números tan pobres a esta altura de la temporada desde que se bajó a Segunda. Con una delantera que, francamente, es más buena de lo que parece, el Mallorca no consigue ver puerta.

El problema está en cómo llega el balón a los delanteros. La clara imprecisión el los medios están teniendo no ayuda a que el delantero vea con facilidad portería. El «último pase» o no se da o se da mal. Además, hay que tener en cuenta que, por ahora, Vázquez solo utiliza a Óscar Díaz y Brandon. La solución de Dalmau se ve que aún está lejos, ya que el gallego no confía 100% en él, aunque poco a poco vaya entrando en los partidos. Cabe recordar, también, que Lekic está lesionado y que Cedric ha empezado a jugar está semana.

Los mejores en defensa, los peores en ataque. Llevamos siete jornadas de Liga y hay que encontrar un equilibrio, más que nada para dejar atrás los puestos de descenso y mirar, poco a poco, a las posiciones altas de la clasificación. Las ocasiones claras de gol tienen que cambiar, es decir, dejar la mala suerte a un lado y que la balanza caiga a favor del Mallorca.

La mala suerte del Mallorca. En estos siete partidos, el club balear, con un poco de más suerte, estaría más arriba en la clasificación. Determinados partidos que el resultado no cuadra con lo que el equipo ha demostrado en el césped son claves en Segunda para estar arriba o abajo. Ante el Oviedo, Rayo o Tenerife, el equipo ha tenido una mala suerte increíble.