Poco premio para tanto Mallorca

El Mallorca de Fernando Vázquez no pasó del empate en casa ante el Oviedo. Los bermellones fueron, desde los primeros compases del partido, un no parar de ocasiones que no sabian aprovechar. El conjunto local no consiguió, así, sumar su primera victoria en esta Liga. Sin embargo, el sabor que deja este partido es muy distinto, ya que el Mallorca gustó, y mucho. Tal fue la gesta que la afición despidió a su equipo entre aplausos.

La otra cara de la moneda es el Oviedo. Aún partiendo de la base de que un punto fuera de tu estadio siempre es bueno, Fernando Hierro, entrenador del equipo asturiano, no salió nada contento del partido realizado por sus jugadores. Cabe puntualizar que el Oviedo no olió ni tan siquiera el esférico, que era en todo momento del Mallorca. Por ello, y aunque parezca paradójico, el empate no gustó a nadie.

El partido empezó con el Mallorca en modo apisonadora, realizando unos 20 primeros minutos implecables. A los cinco minutos, los bermellones ya pudieron estrenarse en el marcador, pero se toparon con Juan Carlos y el larguero. Más adelante, el Oviedo creó una de sus pocas ocasiones. Dicha ocasión terminaria dentro de la potería de Santamaría, pero el gol fue anulado por juera de juego.

Este nuevo Mallorca parece que va a caracterizarse por las buenas combinaciones de los hombres de arriba, ya sean Culio, Moutinho, Lago y Óscar Díaz, que creaban muchas ocasiones. Acercamientos al área rival que no se materializaban en ocasiones con verdadero peligro y, ni mucho menos, en gol. Esa fue la mejor noticia para un Oviedo que estaba más pendiente de defender que de sacar el balón jugado. Esta situación, eso sí, la provocaba la gran presión contínua que efectuaban los jugadores de Vázquez, que no dejaban ni respirar a sus rivales.

En la segunda parte, la historia cambió levemente. No salió un Mallorca tan ofensivo, aunque sí que mantenía la posesión de balón e intenaba con mucho ímpetu llegar a la portería rival. Un disparo de Óscar Díaz que solventó con relativa facilidad Juan Carlos es lo más destacado de los primeros compases de la reanudación.

Llegaba el final del partido, pero el marcador no se movía. Vázquez realizaba unos cambios que no terminaban de cuajar en el terreno de juego. Sin embargo, seguía teniendo el dominio claro del partido y, sobre todo, muchas ocasiones para, como mínimo, conseguir un gol que nunca llegaría. Ocasiones claras de Lekic, Raíllo y Brandon provocaban un aplauso entre la afición de Son Moix que hacía tiempo que no se veía. El público estaba contento.

El empate no viene ni bien ni mal. El Mallorca esperaba ganar en casa. Tras el mal inicio ante el Reus en Son Moix y tras el buen partido realizado en Cádiz, los de Vázquez venían con la intención de empezar a sumar de tres en tres. Sin embargo, el Mallorca continúa sin conocer qué es ganar en esta temporada. Y lo más destacable, vuelve la crisis del gol. Mientras que el Oviedo abraza con agrado este punto aún habiendo hecho un partido bastante áspero.