Maheta “Matteo”, en palabras del presentador de la conferencia intentando sorprender a un hombre que, a estas altura y con más de seis meses en la entidad balear, habrá deglutido amargamente la herencia más reciente roja y negra y el vocerío azul escrito en 140 caracteres. Es más, si Molango pudiera instruir su mesiánica dialéctica llevada al fútbol a sus pupilos castrados de gol, a día de hoy, se firmaba el ascenso directo y cimentar con prioridad los mallazos en Primera División de cara al siguiente año.

La exposición del consejero delegado la hizo totalmente a pelo. Sin papel de por medio, estuvo cuarenta minutos explayándose en la sala “Ibiza” a un ritmo de labia como un mix nocturno completo en la bahía de d’alt Vila. Y encima entre sorbo de agua frenaba el monoplaza lingüístico, sacaba la cabeza del retrovisor y preguntaba a los presentes excusas por si se explayaba mucho. Entonces, estos solo residían magnetizados a los sintagmas que iba produciendo en su fábrica de oratoria y hacía mucho que el público no disfrutaba tanto de un partido del Real Mallorca. Perdón, de una exhibición retórica que lleva la camiseta bermellona. Aunque desgraciadamente no puntúa y al final tienes que dejar de escuchar para poner en marcha otro sentido, en este caso la vista, para presenciar si el fútbol de verdad dará una alegría este fin de semana. Y en bucle.