Como el niño que todavía es, en su presentación, Marco Asensio (20 añitos) dejó brotar sus emociones mientras las lágrimas le corrían por los ojos cuando recordaba la figura de su madre fallecida. “Siempre hemos sido una familia muy unida y sin ellos no podría estar aquí, en estos momentos se te remueve todo. Todo se lo debo a ellos y espero que todos disfruten conmigo ahora que he conseguido mi sueño”. Además, esta presentación llegó poco después de obtener su primera Supercopa de Europa, con gol incluido. “Ahora tengo que seguir trabajando para tener minutos en el equipo”, afirmó emocionado.
Desde que comenzó en el C.F. Playas de Calviá supo que quería ser futbolista. Llegó el Mallorca, con sólo diez añitos, y lo reclutó para sus filas. Hace ya tres años, en 2013, debutaba en Tercera División pero sus buenas actuaciones le catapultaron al primer equipo sólo una temporada después. Con Valery Karpin en el banquillo se convirtió en titular habitual y uno de los referentes del equipo. Sólo contaba con 18 años y ya demostraba calidad y madurez a raudales. A finales del mismo año 2014 fue fichado por el Real Madrid y cedido al propio conjunto balear hasta concluir la temporada.
Aunque realizó la pretemporada con el conjunto blanco, fue cedido al Espanyol para que se fogueara en la máxima categoría. Le costó arrancar, dada su bisoñez y extrañeza de la categoría, pero su calidad y su entusiasmo le permitieron hacerse con un puesto en el once periquito y redondear una magnífica campaña rubricada con 4 goles y 11 asistencias. Sus buenas actuaciones han generado la confianza de Zidane, que le ha asegurado que si trabaja va a tener muchos minutos.
Pese a su juventud, Marco Asensio es uno de los jóvenes valores españoles que ya están llamando a la puerta con estruendo. Ha sido campeón de Europa sub-19 con España e internacional sub-21. En mayo formó parte de una lista de once futbolistas que realizó la primera fase de la preparación con la selección absoluta, debutando en un encuentro amistoso ante Bosnia con sólo 20 años.
En su presentación con el Madrid recordó sus tiempos en el Mallorca, club al que le agradeció su formación “porque allí me crié y todo lo que soy es gracias a ellos y a su trabajo”. Llega al campeón de Europa en un buen momento, con un año de experiencia en la élite, dispuesto a trabajar y a seguir aprendiendo. Su humildad es su mejor carta de presentación, un valor a menudo olvidado por las estrellas del firmamento futbolístico, sin olvidar una exquisita calidad técnica y una capacidad de trabajo absolutas.
Jugador fino, estilista, creativo y trabajador, Marco Asensio, con 20 años, puede marcar una nueva época en el madridismo y en el fútbol español. Sus lágrimas recordando a su madre son un ejemplo de madurez, sabiduría y humildad. Los momentos duros y complicados curten a las personas y a los jóvenes les enseñan que nadie te regala nada en la vida. El triunfo, el éxito, sólo llegan a base de trabajo. Y Asensio ha mostrado de sobra que es capaz de rendir en momentos complicados y difíciles, que puede vencer a los nervios y a la presión. El futuro está en su mano y quiere aferrarse a él. Un nuevo crack llama a la puerta.