Nulo punto. Mendizorroza fue daño material para el
que tenía que ser el míster del ascenso centenario, Albert “Chapi” Ferrer. Allí
cayeron las ruedas de prensa untadas de “cieguismo” puro por parte del catalán,
también las deficiencias en ataque –simplemente ahora taponadas pero no
arregladas. Brandon sigue siendo máximo anotador- y quedó patente el daño de
los llamados “quince minutos de cortesía”. A día de hoy poco ha cambiado porque
los números están allí y no engañan a nadie –se han ganado 9 partidos de 36
jugados-. Es cierto que ahora el Mallorca es más equipo que antes pero el
actual, aunque se curara la gripe con Chapi y Pepe Gálvez, con Fernando Vázquez
sigue acatarrado. Ayer, era capital ganar para quitarte el barro de las
piernas. No fue así y los rojillos estrechan aun más las facilidades de
permanecer en Segunda División.
Pacto de no agresión. Los equipos de arriba de la clasificación
atesoran un elemento común e indispensable para sobrevivir en lo más alto y es
que saben a lo que juegan. El Deportivo Alavés es uno. No utiliza prácticamente
para nada el esférico en su juego y su trabajo se centra primordialmente sin
este. Tampoco se caracteriza por ser un conjunto con muchas alternativas, más
bien lo contrario: realiza pocas cosas pero estas las saca con nota. El domingo
en Son Moix no hirió en ningún momento al Mallorca pero se llevó un punto,
sigue siendo segundo en la tabla y es el mejor equipo lejos de Vitoria.
Conclusión: los de Vázquez residen en una división trastornada, alocada e
imprevisible, por tanto el qué y el cómo pueda acontecerse el final de carrera
es una auténtica incógnita y es imprescindible despertarlos, romperles la fase
REM del sueño y sembrar en sus mentes que por este camino poco queda para
presenciar las sirenas rojas en Son Bibiloni.
Seis de siete. Es la cuenta atrás de partidos designados como
finales puramente por necesidad que le quedan al equipo rojillo. No hay una
máxima más alta que ganar. El debate de jugar bien o mal marcha a la papelera
de reciclaje. No se elimina pero residirá allí hasta final de temporada. Así
está el patio de apurado. Ni las bajas por sanción –Oriol y Damià Sabater- ni
por lesión –Costas, Colunga y Truyols- y también se pueden añadir las bajas por
bomba de humo –Henneböle, James, Pol Roigé, Acuña y Coro- pueden desvertebrar
sumar de tres en tres. La imaginación de cada uno colapsaría si se presenciara
en una misma campaña la retirada de la pulsera VIP LFP con el comienza a golpe
de “I tu, puges?”. Utz Claassen,
presidente sin cuerpo y sin alma, sería de los pocos integrantes de la zona noble
en presenciar desde dentro un caída de estrépito. El Hannover ya ha bajado.