En el alambre. Muchas papeletas tendría la Liga Adelante para estar
en el podio de las divisiones más pesadas del fútbol. Y si encima se está donde
reside el conjunto bermellón, es cuando los jugadores padecen tal espejismo en
la clasificación que se les inyecta artificialmente el doble de pesaje de lo
normal de dicha competición. Fueron tierras gallegas las que presenciaron la
enésima dormilona de un Real Mallorca que vive cobijado y los temblores
empiezan a ser evidentes. Cierto es que no sería un descubrimiento, más bien lo
contrario, decir que este equipo no propone nada pero largas listas se podían
completar por delante y por detrás de los folios apuntando equipos que no
juegan absolutamente a nada pero la actitud es una constante. En el Ángel Carro
esta ni se presentó.
en el podio de las divisiones más pesadas del fútbol. Y si encima se está donde
reside el conjunto bermellón, es cuando los jugadores padecen tal espejismo en
la clasificación que se les inyecta artificialmente el doble de pesaje de lo
normal de dicha competición. Fueron tierras gallegas las que presenciaron la
enésima dormilona de un Real Mallorca que vive cobijado y los temblores
empiezan a ser evidentes. Cierto es que no sería un descubrimiento, más bien lo
contrario, decir que este equipo no propone nada pero largas listas se podían
completar por delante y por detrás de los folios apuntando equipos que no
juegan absolutamente a nada pero la actitud es una constante. En el Ángel Carro
esta ni se presentó.
Fernando Vázquez fue la desesperación en imagen. Caminaba por el
área técnica, girándose 180 grados constantemente y su cabeza vivía mirando
abajo para no visualizar el suspenso que tanto él como sus pupilos iban a
sacar. Ni mordiéndose el labio repetidamente pudo contener la rabia absoluta
insertada en el preparador gallego. En el verde presenció lo que no hay que
hacer para jugar en una categoría en la que, ahora mismo, te lo estás jugando
absolutamente todo. Si hubiera podido, Vázquez se hubiera convertido en Paco
Jémez sacando todos los jugadores posibles para recomponer un navío que sin
tempesta, algo no habitual en Galicia, se hundía.
área técnica, girándose 180 grados constantemente y su cabeza vivía mirando
abajo para no visualizar el suspenso que tanto él como sus pupilos iban a
sacar. Ni mordiéndose el labio repetidamente pudo contener la rabia absoluta
insertada en el preparador gallego. En el verde presenció lo que no hay que
hacer para jugar en una categoría en la que, ahora mismo, te lo estás jugando
absolutamente todo. Si hubiera podido, Vázquez se hubiera convertido en Paco
Jémez sacando todos los jugadores posibles para recomponer un navío que sin
tempesta, algo no habitual en Galicia, se hundía.
Inconscientes de no presenciar siete finales. Parece que fue hace
un trienio cuando el Lugo visitó Son Moix, donde un James Anthony se hacía un
hueco en una posición actualmente sin propietario pero absolutamente plagada de
candidatos. Por aquel entonces no existía gol y ahora nuevos inquilinos han
ocupado el ataque pero el gol simplemente se ha maquillado y sigue siendo
Brandon Thomas el máximo goleador del equipo. En definitiva, el domingo el
Mallorca interpretó el papel a la perfección de un conjunto con la permanencia
cerrada pero ni de lejos. La sensación de que nadie les puede sacar de un sueño
encorsetado. Despierten porque la realidad es ahora mismo una pesadilla.
un trienio cuando el Lugo visitó Son Moix, donde un James Anthony se hacía un
hueco en una posición actualmente sin propietario pero absolutamente plagada de
candidatos. Por aquel entonces no existía gol y ahora nuevos inquilinos han
ocupado el ataque pero el gol simplemente se ha maquillado y sigue siendo
Brandon Thomas el máximo goleador del equipo. En definitiva, el domingo el
Mallorca interpretó el papel a la perfección de un conjunto con la permanencia
cerrada pero ni de lejos. La sensación de que nadie les puede sacar de un sueño
encorsetado. Despierten porque la realidad es ahora mismo una pesadilla.