Se esperaba con mucha emoción e ilusión en la parroquia balear al vigente campeón de la categoría y al líder invicto desde la jornada 1 que no había perdido puntos como visitante desde el 7 de noviembre. Pero nos hemos tenido que conformar con un equipo que ha venido a tener el balón, llevarla de lado a lado y generar muchas menos ocasiones que otros equipos que han pasado ya por la ciudad deportiva Antonio Asensio. Una ciudad deportiva que no se le da muy bien al bueno de David Gallego que ha sacado 1p en 180′.

El partido comenzó el pasado martes con la solicitud de arbitraje neutral por parte del conjunto catalán. Imaginamos que avergonzados todavía por la lamentable imagen mostrada en el partido de ida y por el miedo de encontrarse una encerrona. Nada más lejos de la realidad. La humildad de los franciscanos ha sido suficiente para parar la racha del todopoderoso líder.

El partido, disputado en una tarde con fuerte viento a rachas y con una buena afluencia de público, no será recordado por su brillantez. Fue más bien a cara de perra.

El CD San Francisco, sabedor de lo importante que era salir  intenso al partido, dejaba que su rival tuviera el balón en campo propio y golpease directo. Mucha circulación pero ahogado su juego interior, al Espanyol no le quedaba otra que buscar la espalda de la defensa balear. Poco inteligente si conocieran las virtudes de los chicos de Carlos Muñoz. Pese a ello, a los 10′ Navalon caza uno de tantos malos pases que se ha dado la defensa perica, asiste a Alberto que tira a puerta topándose el balón con el brazo del defensa Marcel. El árbitro neutral del colegio madrileño decretaba córner ante la incredulidad de los presentes. En la siguiente jugada, caía lesionado Alberto tras ser desequilibrado en un salto y doblarse fuertemente el tobillo. Lo sustituyó un trabajador Plomer y poco después, Navalon recibía un fuerte golpe en la frente en otra disputa que le abría una importante brecha y una imparable hemorragia. 

Como dato curioso, dos conductas: la del jugador que propina al codazo y que, al ver en el suelo a Navalon, planta el balón en el suelo e intenta sacar provecho sacando rápido y la de los servicios médicos del RCD Espanyol que se percatan de la gravedad de la herida y corren a auxiliar al jugador mallorquín. Por suerte, en la expedición perica hubo alguien que miró más por el fair play que por el resultado. No todo es ganar, como en el partido de ida, aunque les cueste entenderlo a este tipo de equipos.

Mientras se atendía a Navalon, que tuvo que ser sustituido por Guille, el Espanyol, con un jugador más en el campo, tiene la única ocasión de la primera parte con un fuerte disparo desde dentro del área de Puado que salva un espectacular Macià.

Se llegaba al descanso y lo que se preveía como una segunda parte trepidante o un meneo de los aspirantes al título de liga, se convirtió en una posesiones repartida al 50% y a dos ocasiones: para los visitantes nada más empezar tras un rechace dentro del área y una buena parada de Macià que acababa de despejar Óscar y para los locales tras la salida de un córner, el balón le quedaba muerto a Guille entre los pies en el segundo palo, libre de marca, pero no era capaz de finalizar con éxito.

Los chicos de Carlos Muñoz, que ya suman 32 puntos y 10 jornadas seguidas puntuando, visitarán el próximo fin de semana el difícil campo de la Damm con la ilusión de seguir sumando ante los mejores equipos de la Liga, alejándose de la antigua rutina de dar el partido por perdido antes de jugar contra los grandes, porque es imposible vencer a quien nunca se rinde.