La temporada 2009/10 fue
una de las mejores campañas de la historia del RCD Mallorca. El
objetivo de aquella temporada era mantener la categoría, al igual
que cada año en el que el equipo había estado en Primera División.
Sin embargo, a lo largo del curso, y a consecuencia de los buenos
resultados que estaba consiguiendo el equipo, los objetivos pasaron a
ser mayores y el Mallorca peleó por entrar en Europa.
una de las mejores campañas de la historia del RCD Mallorca. El
objetivo de aquella temporada era mantener la categoría, al igual
que cada año en el que el equipo había estado en Primera División.
Sin embargo, a lo largo del curso, y a consecuencia de los buenos
resultados que estaba consiguiendo el equipo, los objetivos pasaron a
ser mayores y el Mallorca peleó por entrar en Europa.
Llegados a la última
jornada del campeonato, los bermellones tenían asegurada su
presencia en la UEFA para el próximo año, y dependían de un
resultado en Almería, donde una no victoria del Sevilla servía al
Mallorca para conseguir el billete a la Liga de Campeones.
jornada del campeonato, los bermellones tenían asegurada su
presencia en la UEFA para el próximo año, y dependían de un
resultado en Almería, donde una no victoria del Sevilla servía al
Mallorca para conseguir el billete a la Liga de Campeones.
Fue una temporada
magnífica. En gran parte gracias a que el Mallorca había
convertido su campo en un auténtico fortín donde solo Barcelona,
Madrid y Sevilla fueron capaces de arrebatarle los tres puntos a la
escuadra rojilla. En total fueron 15 las victorias que el Mallorca
celebró ante su público. Sin embargo, el equipo cojeó fuera de
casa, donde solo pudo vencer a Osasuna, Getafe, Athtelic de Bilbao y
Valladolid, mientras que el resto de desplazamientos se saldaron con
empates o derrotas.
magnífica. En gran parte gracias a que el Mallorca había
convertido su campo en un auténtico fortín donde solo Barcelona,
Madrid y Sevilla fueron capaces de arrebatarle los tres puntos a la
escuadra rojilla. En total fueron 15 las victorias que el Mallorca
celebró ante su público. Sin embargo, el equipo cojeó fuera de
casa, donde solo pudo vencer a Osasuna, Getafe, Athtelic de Bilbao y
Valladolid, mientras que el resto de desplazamientos se saldaron con
empates o derrotas.
Y eso que el Real
Mallorca tuvo que reinventarse, un vez más. Ese verano, el
aficionado mallorquinista había contemplado la marcha de jugadores
como Arango, Jurado, Miquel Ángel Moyà y David Navarro, entre
otros. De esta manera, el Mallorca afrontaba un nuevo curso con aires
renovados y con Gregorio Manzano en el banquillo. Jugadores de la
talla de Aouate, Nunes, Chori Castro, Aduriz, Julio Álvarez, Martí
o Borja Valero fueron claves en aquella estupenda temporada.
Mallorca tuvo que reinventarse, un vez más. Ese verano, el
aficionado mallorquinista había contemplado la marcha de jugadores
como Arango, Jurado, Miquel Ángel Moyà y David Navarro, entre
otros. De esta manera, el Mallorca afrontaba un nuevo curso con aires
renovados y con Gregorio Manzano en el banquillo. Jugadores de la
talla de Aouate, Nunes, Chori Castro, Aduriz, Julio Álvarez, Martí
o Borja Valero fueron claves en aquella estupenda temporada.
El Mallorca afrontaba la
última jornada del campeonato con opciones reales de clasificarse
para la Champions, pero antes estaba obligado a ganar su partido
contra el Espanyol en Son Moix, y después esperar a que el Sevilla
no ganase en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
última jornada del campeonato con opciones reales de clasificarse
para la Champions, pero antes estaba obligado a ganar su partido
contra el Espanyol en Son Moix, y después esperar a que el Sevilla
no ganase en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
El Mallorca saltó al
césped de Son Moix con el objetivo de encarrilar la victoria lo
antes posible y esperar después el pinchazo del Sevilla. La igualdad
era la tónica dominante hasta que el Chori Castro volvió a ser
decisivo. El uruguayo se marcó una gran jugada desde la banda
izquierda que culminó Víctor Casadesús para poner el primero en el
marcador a los 23 minutos de partido. Los bermellones dejaban claro
que querían ser equipo de Champions.
césped de Son Moix con el objetivo de encarrilar la victoria lo
antes posible y esperar después el pinchazo del Sevilla. La igualdad
era la tónica dominante hasta que el Chori Castro volvió a ser
decisivo. El uruguayo se marcó una gran jugada desde la banda
izquierda que culminó Víctor Casadesús para poner el primero en el
marcador a los 23 minutos de partido. Los bermellones dejaban claro
que querían ser equipo de Champions.
Una vez por delante en el
marcador, la afición vivía más pendiente de la radio que del
partido que se estaba jugando en el césped. Cuando se estaba a punto
de llegar al final de la primera mitad las gradas de Son Moix
estallaron de alegría para celebrar el gol del Almería, que había
conseguido empatar el partido contra el Sevilla. Un gol que colocaba
al Mallorca virtualmente en Liga de Campeones, pero todavía quedaba
mucho.
marcador, la afición vivía más pendiente de la radio que del
partido que se estaba jugando en el césped. Cuando se estaba a punto
de llegar al final de la primera mitad las gradas de Son Moix
estallaron de alegría para celebrar el gol del Almería, que había
conseguido empatar el partido contra el Sevilla. Un gol que colocaba
al Mallorca virtualmente en Liga de Campeones, pero todavía quedaba
mucho.
Ocurrió lo mismo en la
segunda parte y el Mallorca estuvo a punto de perder su ventaja en el
marcador en un par de acciones del conjunto periquito. El guión fue,
como siempre, sufrir hasta el final. El Mallorca ganaba por la
mínima y eso creaba cierto clima de nerviosismo en el estadio. Sin
embargo, a falta de diez minutos para el final del encuentro, Mario
Suárez firmó un auténtico golazo para cerrar el partido. El
centrocampista, cedido por el Atlético de Madrid, empalmó con el
interior un saque de esquina que se coló por toda la escuadra de la
portería de Cristian. Y ya si que la afición se centró
exclusivamente en lo que pasaba en Almería, donde los dos conjuntos
empataban. El sueño de la Champions era más real que nunca, porque
lo que sucedía en Almería no podía ser mejor para los
mallorquinistas. Quedaban 10 minutos y el estadio alentaba a los
suyos.
segunda parte y el Mallorca estuvo a punto de perder su ventaja en el
marcador en un par de acciones del conjunto periquito. El guión fue,
como siempre, sufrir hasta el final. El Mallorca ganaba por la
mínima y eso creaba cierto clima de nerviosismo en el estadio. Sin
embargo, a falta de diez minutos para el final del encuentro, Mario
Suárez firmó un auténtico golazo para cerrar el partido. El
centrocampista, cedido por el Atlético de Madrid, empalmó con el
interior un saque de esquina que se coló por toda la escuadra de la
portería de Cristian. Y ya si que la afición se centró
exclusivamente en lo que pasaba en Almería, donde los dos conjuntos
empataban. El sueño de la Champions era más real que nunca, porque
lo que sucedía en Almería no podía ser mejor para los
mallorquinistas. Quedaban 10 minutos y el estadio alentaba a los
suyos.
El partido del Mallorca
había terminado, pero al del Sevilla todavía le quedaban unos
minutos. Aquella escena final quedó grabada en la retina de todos
los mallorquinistas. Con el partido acabado, los jugadores se
sentaron en el centro del campo para ver junto a su afición los
últimos instantes del partido del Sevilla en los videomarcadores del
estadio. Todo estaba preparado para celebrarlo, los jugadores y las
botellas de champagne esperaban en el campo, pero el panorama se
convirtió en desolador.
había terminado, pero al del Sevilla todavía le quedaban unos
minutos. Aquella escena final quedó grabada en la retina de todos
los mallorquinistas. Con el partido acabado, los jugadores se
sentaron en el centro del campo para ver junto a su afición los
últimos instantes del partido del Sevilla en los videomarcadores del
estadio. Todo estaba preparado para celebrarlo, los jugadores y las
botellas de champagne esperaban en el campo, pero el panorama se
convirtió en desolador.
El Sevilla había
conseguido desempatar el partido con un gol en la última jugada del
encuentro. El canterano Rodri, que aquel día debutaba con el primer
equipo, destrozó el sueño de todos los mallorquinistas. Aquella
noche el fútbol fue muy cruel con el Mallorca.
conseguido desempatar el partido con un gol en la última jugada del
encuentro. El canterano Rodri, que aquel día debutaba con el primer
equipo, destrozó el sueño de todos los mallorquinistas. Aquella
noche el fútbol fue muy cruel con el Mallorca.
Nadie en Son Moix se
podía creer lo que acababa de ocurrir. Pero de ninguna manera las
lágrimas de tristeza podían empañar una temporada que había sido
de sobresaliente, así que los jugadores y los aficionados acudieron
a la Plaza de las Tortugas, porque a pesar de todo, ese año teníamos
motivos para estar orgullosos. Seis años después el Mallorca volvía
a Europa.
podía creer lo que acababa de ocurrir. Pero de ninguna manera las
lágrimas de tristeza podían empañar una temporada que había sido
de sobresaliente, así que los jugadores y los aficionados acudieron
a la Plaza de las Tortugas, porque a pesar de todo, ese año teníamos
motivos para estar orgullosos. Seis años después el Mallorca volvía
a Europa.
Al final los bermellones
acabaron la liga en la quinta posición, y solo la injusticia de los
despachos les impidió jugar la Europa League. 18 victorias, 8
empates y 12 derrotas fue el balance de aquel equipo.
acabaron la liga en la quinta posición, y solo la injusticia de los
despachos les impidió jugar la Europa League. 18 victorias, 8
empates y 12 derrotas fue el balance de aquel equipo.