Los de Fernando Vázquez vuelven a tropezar con una imagen que recuerda a la de enfrentamientos atrás.

La ilusión y la euforia
no son para siempre desgraciadamente. Soria ha sido testigo de que el
Real Mallorca ha salido con un agujero en el medio. Y si le sumas la
nula capacidad colectiva sin saber afrontar el partido desde el
pitido inicial hasta el final quedas sentenciado. Es cierto que es un
nuevo Mallorca porque muchas caras son frescas aunque solo en ataque.
Además, Yuste y Sissoko no pudieron estar. Pero no es excusa. Y aun
más la actitud, que es innegociable.

El Numancia estrenaba
calefacción, sin embrago los de Fernando Vázquez estuvieron todo el
encuentro helados. Fueron los únicos que no se calentaron porque la
grada ya en el primer minuto de juego que Oscar Díaz toco el
esférico le abucheó en tromba por la permuta de camiseta inesperada
para los locales.
Con las dispares
novedades que presentaba Fernando Vázquez en el once, una sobresalía
por la importancia que conllevaba. Kasim fue el elegido del míster
para acompañar a Damià Sabater en el centro del campo y, ya
superado el encuentro, fue más que visible que no supo acomodarse en
el medio. El ghanés llegó tarde sin saber posicionarse y la
imprecisión en las tomas de decisiones le jugaron una mala tarde.
Además su flanco derecho, Damià, le pudo restar más ya que el
desempeño del mallorquín en poder guiar a Kasim fue nulo. Sabater
no dio a basto.
A todo esto, el Numancia
frenó la sequía de puntos que arrastraba en casa desde el pasado
ocho de noviembre, y en ningún caso dio síntomas de haber padecido
una racha negativa de tres meses. Los de Jogoba Arrasate fijaron
desde el minuto uno su dominio en el campo bermellón y supieron
encontrar los puntos débiles de su rival. Company padeció el empuje
tanto del banda Vicente como de su lateral Luis Valcárcel, donde
llegaban hasta la línea de fondo para buscar el centro hacia Álex
Alegría, que al final pudo disputar el partido tras retirarle la
roja del pasado partido.
Los sorianos asediaban el
área rival sin descanso. Jugada tras jugada se plantaban y
prácticamente todas las acciones acababan con parada de Cabrero, el
oscense fue el mejor del encuentro del quipo mallorquín ya que sin
sus intervenciones pudieron subir más goles en el marcador final.
Fue una de las jugadas por banda derecha de los soriano cuando
llegaría un penalti inexistente de David Costas a Álex Alegría. El
colegiado no dudó y tampoco Julio Álvarez, a la postre el hombre
del partido, que disparó sin titubear para estrenar el marcador.
Después del primer gol,
la reacción del Mallorca no existió. Es más, el equipo se hundió
más y los locales se crecieron ante la pasividad del contrario. Y,
con Julio Álvarez también de por medio, las jugadas a balón parado
de los numantinos fueron las acciones más peligrosas del partido con
un Mallorca que las sufrió a terrores. Aunque perdornaron sumando
las buenas intervenciones del meta del Mallorca. Una de las más
claras fue un córner de Julio Álvarez colgado al segundo palo donde
el central Callens estuvo a punto de marcar el segundo a bocajarro.
Pero, si aun el Mallorca
no tenía suficiente, Pereira tuvo que salir retirado del verde de
Los Pajaritos por una acción fortuita que acabó con una fractura en
la mandíbula del francés y, todo indica, que será lenta la vuelta
a los terrenos de juego de Pereira. Su sustituto fue Salomao pero no
mejoró el ataque. Un ataque que, con un equipo partido sin centro
del campo, no le llegaron los balones y los que llegaron quedaron en
agua de borrajas.
Los locales seguían, ya
en la segunda mitad, con la batuta del partido. Todo el juego de
ataque de los numantinos pasaba por el capitán, Julio Álvarez, que
repartía a sus anchas viendo el desajuste en el medio. Él mismo fue
también el encargado de hacer el segundo. Una falta al borde del
área sentenció el partido, porque un tiro libre a esa distancia, el
capitán del Numancia no perdona. Un disparo imparable que quitó las
telarañas de la portería de Cabrero.
El Mallorca perdió acabando deambulando por el verde de Los Pajaritos. Un equipo que no supo corregir y plantarle cara al rival. Son ya dos derrotas consecutivas. La euforia ya es terrenal