RCD Mallorca:
Timon Wellenreuther, Aveldaño, David Costas, Joan
Oriol, Campabadal, Sissoko, Corominas (Rolando Bianchi, min.55), Damià Sabater
(Acuña, min.73), Pereira (Moutinho, min.46), Sissoko y Brandon.
Banquillo:
Cabrero (p), Javi Ros, Rolando Bianchi, Acuña, Fofo,
Moutinho y Company.
Córdoba CF:
Razak, Stankevicius, Héctor Rodas, Deivid, Cisma,
Nando, Luso, Víctor Pérez, Fidel (Pedro Ríos, min.80), Xisco (Markovic, min.71)
y Florín Andone (Raúl de Tomás, min.86).

Banquillo:
Falcón (p), Rafa Gálvez, Pedro Ríos, Raúl de Tomás,
Caballero, Markovic y Abel Moreno.

Arbitro: Javier Alberola Rojas (Comité Castellano-Manchego).
Linieres: Raúl escuderos y Alfredo Moreno (Comité
Castellano-Manchego).
El conjunto bermellón jugó un desastroso encuentro gobernados durante todo
el partido por un Córdoba insaciable y ante la atenta mirada en la grada del
consejero delegado, Maheta Molango.




El Mallorca se ahoga jornada tras jornada. Es la misma
canción de siempre con una desafinación que chirría. Los de Pepe Gálvez
deambularon en el Nuevo Arcángel sin saber el qué, el cuándo ni el cómo. Como
si de un mal sueño se tratase cada partido que se juega a domicilio el equipo
bermellón retrocedió a malas con su actuación en Córdoba, si alguna vez no paró
de hacerlo. Ni el penalti, dudoso, fallado por los locales ni las contras
desaprovechadas que tuvieron los de Oltra frenaron los tres goles que pudieron
haber subido al marcador alguno que otro más para acomodar del todo una victoria
del Córdoba más que merecida.
Los cordobesistas querían ver hoy a su equipo recomponerse
de los dos tropiezos. Y, sin dudas, vieron una gran actuación desde el primer
minuto de juego. Ya en el minuto cinco de juego tuvieron en bandeja el primer
gol. Un penalti dubitativo de Joan Oriol a Nando que venía desde atrás para
agarrar un centro lateral que acabó con el jugador local en el suelo. Sin
embargo, al Mallorca le dieron una vida extra porque el lanzador, en este caso
Fidel, disparó por encima de la portería de Timon.
Igualmente, el Córdoba se hizo con la batuta del
encuentro muy pronto. El dominio en la zona de tres cuartos de campo era
absoluta y el Mallorca se empequeñecía cada vez más cuando los blanquiverdes
estiraban y aprovechaban los espacios enormes que iban dejando los
mallorquinistas, concretamente fue por esto último que tanto David Costas como
Aveldaño tuvieron una de las peores actuaciones en conjunto que se recuerdan. A
raíz de un fallo defensivo, Florín Andone no desaprovechó el espacio que le
concedió Costas, le ganó la partida y finalizó a la perfección sin que Timon
Wellenreuther pudiera defenderse. Se cumplía el minuto dieciséis y el Mallorca
ya iba abajo en el marcador.
El gol dejó aún más noqueado al conjunto de Pepe
Gálvez que en el encuentro sacó variantes en el tablero, colocando sin
resultado alguno a Sissoko de banda izquierda. Esto hizo que el jugador perdiera
por completo sus credenciales al estar en una posición, para el francés,
desconocida. Entonces, con un futbolista desorientado posicionalmente, el
ataque bermellón era escaso teniendo en cuenta que Coro, sin ser su ubicación
natural, desempeñaba el papel de ariete y Brandon ejercía todos los movimientos
posibles para buscar espacios y alternativas en el juego.  Sin resultado, las primeras ocasiones para el
Mallorca llegaron de manera aislada como un disparo de Brandon a la altura de
la frontal del área que atajó sin problemas el meta Razak.
VAPULEADO

Avisó el Córdoba antes de que se produjera el segundo gol
con una jugada de contraataque siendo esta la tónica del partido, ya que un
córner a favor del Mallorca se convertía en una ocasión mayúscula de los
locales. Y así fue como llegó el segundo ejecutado por Xisco que, juntamente
con Florín Andone, fueron los hombres del partido coreados por la afición en el
Nuevo Arcángel. La salida veloz hacia la portería de Timon de los blanquiverdes
dejó en el camino a numerosos jugadores bermellones que no supieron como volver
y cuando llegaron Xisco ya estaba celebrando su único tanto del partido.
Los blanquiverdes no podían estar más cómodos y, por
otro lado, el Mallorca hacía aguas por todas partes. No sabía dónde meterse y
solo se recompuso un instante cuando Pereira estuvo a punto de cazar un balón
lanzado por Yuste desde el centro del campo que dejaba solo al francés con el
portero local. Con el partido cuesta arriba, Pepe Gálvez intentó corregir su
invención fallada y metió a Sissoko al centro para poner a Brandon en un
costado. El conjunto de Oltra quería sentenciar antes del descanso pero el árbitro
les quitó el deseo, ya que el colegiado anuló mal el tercer tanto del Córdoba
porque el linier vio más adelantado a Fidel que puso un centro medido a Andone
que de primera batía la portería del Mallorca.
Sin embargo, la segunda mitad fue una réplica de la
primera aunque el comienzo del Mallorca fue con aparentes aires renovados a
raíz del cambio de Pereira por Moutinho pero al final se desinfló y todo volvió
a su sitio correspondiente. Y es que el Córdoba tuvo prácticamente el control
total del partido. Las ocasiones seguían llegando en bandadas y los de Pepe
Gálvez temblaban cuando la pelota asomaba el área.

Pero, por sorpresa de muchos, llegó el gol de Brandon
en una acción que el mallorquín le ganó la partida en velocidad a Cisma y
Sissoko le dio el pase medido para definir y recortar distancias. No obstante,
fue un espejismo que terminó muy rápido porque fue salir Markovic y en el primer
balón que tocó, Costas le cedió el pasillo e hizo un sombrero a un Timon que
salió a la desesperada. El Córdoba sentenciaba el partido y fue bajando el
pistón aun teniendo el mando del encuentro. Un encuentro que acabó con otra
ilusión, esta vez de Bianchi de falta al larguero, y el reflejo de un equipo
que deambuló ante la presencia de Molango, la persona que ahora tiene el timón
del club y que, visto lo visto, tendrá que arremangarse desde los despachos.