Vázquez por Gálvez. Los aficionados que se congregaron en Son Moix
no se acordaban ya de aplaudir a los futbolistas bermellones cuando el árbitro
decretó el final del encuentro. Los aplausos fueron más que justificados ya que
las articulaciones dejaban por fin palmear después de estar desde el doce de
diciembre cargando el peso de cinco partidos consecutivos sin ganar. Se
consiguieron los tres puntos sin un grito por encima del resto. El contraste se
vivió la semana pasada frente al Valladolid, que cuanto más se grita y más se
quiere te quedas a las puertas. En esta categoría un resbalón te puede
resucitar o condenar. Y el debut de Fernando Vázquez empieza de la misma manera
que el de Pepe Gálvez con una victoria de resurrección. Es obligado no
desplomarse ahora. Simplemente porque no quedan más vidas.
En puestos de salvación. Es la mejor noticia para el Mallorca a día
de hoy. No ganar esta jornada evidenciaba hundirse a marchas forzadas a los más
oscuro de la clasificación. El míster gallego ha puesto arriba todo lo que
tenía a su alcance pero sabiendo que no existía pólvora alguna en las dos
referencias del ataque bermellón. También ha retocado más posiciones de campo, recuperando
a un marginado Sissoko pero cargándose a Damià Sabater. Los dos ya han vivido
la misma situación. A día de hoy, los dos futbolistas están insertados en una
balanza.
Pol Roige por Moutinho: el mejor por el mejor. La veteranía de un
banquillo te suele surtir de maniobras que a base de experiencia operas con
resultado. Esta vez fue en un cambio en concreto. Roigé fue la soltura y el
desparpajo del partido, incluso en su primera titularidad con el equipo ya ejecutó
las faltas y los córneres con jugadas ensayadas. Pero, de repente, fue
sustituido por Moutinho, aunque cogió el rastro que había dejado el ex del
Sabadell y fue su prolongación. Provocó el penalti que a la postre sería el
único gol del encuentro. Gol de la mano de otro cambio, Pereira. Parece mentira
decirlo pero Vázquez giró la cabeza y divisó metralla que dieron sus frutos. La
importancia de apuntar bien independientemente de la calidad en munición que
tengas.

Aveldaño capitán. El plante del argentino como líder en el partido
frente al Alcorcón revivió a una defensa que con el paso de las jornadas se iba
cuesta abajo en los errores tanto individuales como colectivos. El desempeño de
los cuatro más Timon frenó a todo un David Rodríguez y apagaron el radar de
José Campaña. Aunque, eso sí, se espera más de la línea de atrás porque se
puede apretar, una de las consignas de Fernando Vázquez. La otra consigna es
que esto es solo el principio de otra etapa, la tercera en una temporada,
encabezada por unos protagonistas que deben dar la talla de una vez por todas.
Frente al Alcorcón se disparó una vez a portería y se marcó. Es la antítesis de
una guerrilla de competición. El Mallorca ha empezado a subir sin problema el
primer escalón. Se ha caído muchas veces. No se admiten más resbalones.