Los de Pepe Gálvez empiezan el año sin poder evidenciar mejoría alguna y siguen sin ganar a domicilio en el transcurso de temporada ya completada.

El Mallorca empezó el
año de la misma manera que lo dejó en Son Moix frente al Girona. Un
empate que no compone a un equipo que sigue sin conseguir la victoria
a domicilio y que no se vislumbra una mejoría notable con el paso de
las jornadas a las órdenes de Pepe Gálvez. Sin embargo, cuando
parecía que el equipo no conseguía contraponerse al marcador
adverso, contagió el empuje de los dos primeros cambios, James y
Coro, que hicieron subir el pistón intensivo de todos sus
compañeros. Supieron reaccionar a tiempo y tuvieron el segundo a
bocajarro, aunque, esta vez, la suerte estuvo de lado bermellón con
un palo y la notoria ocasión de Pelayo al larguero para el Elche.
Esta vez, las tablas en el marcador fueron presenciadas en el palco
del Martínez Valero por el empresario Robert Sarver, que se perfila como nuevo propietario a partir de mañana.
El resultado sigue
mostrando las carencias tan evidentes que tiene el Real Mallorca con
el gol. Ayer, el tanto de los mallorquines fue en propia puerta de
Armando Lozano que en un saque de esquina de Damià Sabater fue a
parar el balón al hombro del central franjiverde saliendo el
esférico disparado en sentido contrario. Entonces, a raíz del
empate, el partido cogió otra forma completamente distinta. Aunque
antes de entrar en el momento auge del encuentro, la primera parte
del Mallorca volvió a ser las mismas del año pasado.
Los bermellones se
hicieron con la posesión de balón en los primeros compases del
partido pero el control de la pelota no daba sus frutos a la hora de
complicarle las cosas al Elche cerca de la portería de Jiménez.
Además, la referencia arriba de la escuadra bermellona era Fofo,
futbolista que no era titular desde la primera jornada de liga,
pasando por inumerosos encuentros sin la oportunidad de poder saltar
al verde. Y el resultado fue que Brandon, teóricamente colocado de
enganche, hiciera en muchos compases del partido el trabajo del
exjugador de la Ponferradina. Brandon aumentaba la presión, iba de
lado a lado justamente por la deficiencia de rodaje que padeció
Fofo. Tanto es así que el primer tiro a puerta no fue hasta el
minuto catorce en una tradicional diagonal de Moutinho que acabó con
un flojo disparo a la altura de la frontal del área.
Poco a poco, el Mallorca
fue perdiendo el balón en las zonas de creación y el Elche se fue
acomodando cada vez más al campo. Con el conjunto del Pipo Baraja
gustándose y el Mallorca que cada vez veía más lejana la portería
rival, llegó el gol del pichichi de la categoría. En una jugada que
apenas se podía percibir peligro, entró en acción la falta de
concentración que transmite jornada tras jornada el Mallorca y que
conlleva la pérdida de puntos vitales.
Un balón mal comunicado
entre Timon y David Costas conllevó que los segundos se convirtieran
tan pesados que el Elche no dudó en sacar el colmillo, presionar y
fue cuando los de Gálvez encadenaron una serie de errores para que
el más listo del conjunto visitante, Javier Espinosa, le regalaran
el esférico y consecuentemente diera el pase para que Sergio León
marcara el primero de la noche.
Los antiguos quince
minutos bermellones de cortesía se convirtieron en una cadena de
errores garrafales. Entonces, el Mallorca no se traspuso del golpe y
pidió la hora para irse al descanso, ya que veía el segundo tanto
en alguna acción de los locales.
Arrancó la segunda mitad
de la misma manera que en el primer transcurso del encuentro. En una
acción de los franjiverdes en los primeros minutos, Sergio León
avisó pero esta vez el portero alemán, Timon Wellenreuther, estuvo
atento y blocó a la perfección.
CAMBIO DE
RUMBO

Entonces, cuando Pepe
Gálvez tomó la decisión de recomponer el equipo y dar entrada a
savia nueva, el partido se abrió completamente y llegaron las
ocasiones más claras por parte de los dos conjuntos. Justo en el
cambio de Coro por Fofo llegó el gol en propia puerta de Lozano y el
consecuente empate a uno en el marcador. A partir de ahí, el Elche
tuvo las ocasiones más claras del partido, con un diapro frontal de
Mandi y el larguero de Pelayo.
No obstante, el Mallorca
se pudo llevar los primero tres puntos fuera de Son Moix. Una
combinación entre Brandon y Damià, acabó el balón en los pies de
Corominas delante del portero ilicitano pero este demostró al
frialdad estirando la pierna y desviando el disparo que pudo suponer
el segundo gol para los mallorquines.
El partido llegó en la
recta final con algunas ocasiones aisladas y fue James quien, en el
minuto noventa, tuvo una gran ocasión para poder recoger tres puntos
del Martínez Valero. Las ocasiones estuvieron para materializarlas
con goles pero la puntería y la ausencia de pegada arriba es el
edema del equipo.
El estadunidense Robert
Sarver, por otra parte, contempló un partido que poco tiene que ver
con el último encuentro disputado en Elche, donde el conjunto isleño
vivió una de las etapas más doradas de su historia. El pasado y el
presente. Aunque pese.