Pau Cendrós: “las
formas utilizadas no me gustaron nada (sobre su salida del RCD Mallorca). Por
suerte la gente vio lo que pasó y me mostró su apoyo”
Jugador
de club en el más amplio sentido de la palabra. Lateral a la vieja usanza con
las ideas muy claras. Le gustan las ciudades tranquilas y humildes porque dice
sentirse como en casa. Esa humildad y el trabajo diario le han hecho
convertirse en uno de los mejores laterales del panorama nacional. Paciente,
divertido y sobre todo comprometido con quién confía en él. Os invito a conocer
a Pau Cendrós…

Cuando hablamos de fútbol, una de las premisas para
que un jugador sea querido por la afición es que éste muestre “sentimiento”. De sentimientos siempre
anda sobrado nuestro protagonista de este mes. Pau Cendrós (1/4/1987, Palma de
Mallorca) es uno de esos jugadores que cualquier equipo quiere tener vistiendo
su elástica. No solo por su rendimiento dentro de los terrenos de juego, extraordinario
como ahora veremos, sobre todo por su implicación con la entidad en todos los
sentidos y dispuesto a adaptarse a lo que cada cuerpo técnico quiera de él.
Desde muy joven empezó a formar parte de las
categorías inferiores del Real Mallorca. Sabe lo que es partir de cero y conoce
al dedillo todo lo que implica llevar el “sentimiento
bermellón”
pegado a la piel. Recuerda con cariño un tándem de entrenadores
que supo mostrarle el camino para conseguir el éxito en este deporte. “Paco Navarrete y Manolo Molina, me
hicieron comprender  que el camino en el
fútbol para mi estaba abierto”

Estando en el filial eran constantes las “novias” que le salían cada temporada.
El equipo “B” se le quedaba pequeño y necesitaba expandir su fútbol donde
fuera. Siempre se encontró a gusto en el lateral derecho, es como si fuera una
demarcación hecha a su medida. Se considera un lateral defensivo puro aunque no
descarta nunca subir al ataque. Sobre este tema tiene clara su función desde
muy joven “la virtud principal de un
lateral es elegir bien, sobretodo en el momento de subir al ataque”.

Si repasamos su trayectoria profesional, Cendrós se
ha convertido en un jugador especializado en equipos con grandes objetivos,
como los ascensos. Estuvo cedido durante tres temporadas consecutivas en
equipos que acabaron consiguiendo el ascenso o al menos jugaron las fases de
promoción. Su primer destino fue Benidorm. Consiguió acceder a la fase de
ascenso con el club alicantino aunque finalmente no logró la proeza de llegar
hasta la 2ª División. Pero quizá lo más importante no sería lo conseguido en
ese momento, sino el hecho de haber tenido como entrenador a Luis García, con
el que dos temporadas después coincidiría en Valencia.
Su segunda cesión le llevó a otra isla, concretamente
a Tenerife. Si bien es cierto que su año futbolísticamente hablando no fue muy
bueno. Tan solo jugó 8 partidos. Allí fue donde empezó a forjarse lo que más
tarde le ha caracterizado como un hombre de equipo y que hace vestuario. En los
años siguientes tendría tiempo para demostrar su valía en los terrenos de
juego, ese año sin embargo, sirvió como punto de inflexión
para su crecimiento profesional. José Luis Oltra no le dio muchas oportunidades
ya que Marc Bertrán rindió ese año a un grandísimo nivel, pero una lesión
inesperada de éste, sacaba a la palestra al mallorquín en el momento más
decisivo de la temporada, “tuve un punto
de suerte y pude jugar los partidos de ascenso por la lesión de Marc Bertrán
que tuvo un año fantástico”.
El Tenerife lograba el ascenso a Primera
División esa temporada. “Tengo un gran
recuerdo de mi estancia en Tenerife”.

Tras su vuelta a Mallorca, la directiva bermellona
no tenía en sus planes colocarle como segunda lateral en primera división, por
lo que por tercer año consecutivo aceptó una nueva cesión, en esta ocasión a
Levante, donde volvería a encontrarse con Luis García. “No me lo pensé, el hecho de que el Mallorca en principio no contara
conmigo hizo que me planteara la cesión otra vez”.

Aquí Pau realiza un auténtico temporadón jugando 35
partidos de 42 posibles y todos ellos de titular, siendo además pieza clave
para que el equipo levantino consiguiera el ascenso a la Liga BBVA. “Sabíamos a lo que jugábamos, éramos un
equipo rocoso, pero sobre todo formamos un buen grupo”.
Luis García confió
en el desde el primer momento. Se da además la circunstancia que allá por el
mes de mayo en partido ante el Rayo Vallecano, Cendrós conseguía su primer gol
como profesional. Hecho que recuerda con muchísimo cariño,  “todas
las semanas tenía una celebración nueva preparada por si llegaba el gol, sacó
Rubén el córner y yo lo rematé, me fui corriendo hacia él, simulé sacar  dos pistolas en plan pistolero y él se hizo el
muerto, salió redondo sin ensayarlo…”.

Esa misma temporada el Real Mallorca había realizado
una temporada de ensueño terminando en 5ª posición en la Liga BBVA. Pero la
denuncia del Villarreal ante la UEFA les dejó sin la opción de poder jugar la
Europa League. La llegada de Serra Ferrer como Director Deportivo y el fichaje
de Michael Laudrup para el banquillo, abría la puerta para todos los canteranos
mallorquinistas distribuidos por el panorama nacional. Uno de los grandes
beneficiados fue el protagonista de nuestro especial de hoy.
Laudrup le hizo debutar en primera división nada más
y nada menos que ante el Real Madrid. Y no solo eso, a Cendrós le tocó bailar
con la más fea, Cristiano Ronaldo. El partido terminó con empate a 0, en parte
debido al gran marcaje que realizó el lateral derecho a la mega estrella
madridista, siendo portada de númerosos medios de comunicación. Ese partido
marcó un antes y un después en su carrera deportiva “debuté en casa y con el Mallorca, imagínate, y ante el Real . Fue
impresionante. Mi trabajo salió bien ese año”.
Jugaría 32 partidos ese año
con el primer equipo. El Mallorca ese año se salvaba por tan solo un punto del
descenso, pero aún así, conseguía el objetivo y todo el mundo acababa contento.
En su segunda temporada en Primera, hubo vaivenes
hasta la llegada de Joaquín Caparrós al banquillo. Laudrup cayó en la quinta
jornada, y Miguel Angel Nadal llevó la transición en tan solo un partido. Una
vez situado el técnico utrerano al frente de la nave bermellón , le dio un
nuevo toque al equipo mallorquín y Cendrós volvió a contar con minutos. Menos
partidos que en la temporada anterior, pero sintiéndose importante una vez más.
El equipo se quedó a tan solo 3 puntos de acceder a la Europa League.
Con este bagaje al finalizar el año, por primera vez
Pau decide hacer las maletas definitivamente para probar fortuna en la Liga
Belga, “era una experiencia más que
quería tener”.
En el KKA Gent  fue
parte importante del equipo, “tuvimos 5
entrenadores en un año medio, era todo un poco raro.” “La llegada de Víctor
Fernández casi nos mete en la Europa League pero el Standard de Lieja nos frenó
la opción”.
Llegó a jugar en 22 partidos en su primer año. El problema surgió
al año siguiente donde no parecía contar demasiado para el cuerpo técnico y
decidió volver a España. Concretamente a la AD Alcorcón, equipo por el que
fichaba en el mercado invernal y en el que contó con muchos minutos, preparando
su vuelta al Real Mallorca. “Quería
volver a casa y lo hice. Volver a un equipo humilde me encantó, y más con
Bordalás que también venía recién incorporado. Salimos del descenso y acabamos
bien el año”.

Con el equipo en segunda división por segundo año
consecutivo, Cendrós  con gran
experiencia en ascensos a primera división, vio con buenos ojos la posibilidad
de retornar al equipo de sus amores e intentar devolverlo a primera división.
La temporada fue muy rara, el equipo no parecía adaptarse a los objetivos
previstos y Valery Karpin no aguantó la presión y fue destituido siendo
sustituido hasta final de campaña por Miquel Soler. Contó para ambos y fue
insustituible jugando de nuevo 35 partidos. Lo inexplicable sucedió al final del
curso. Se decidió no contar con él pero las formas utilizadas para comunicarle
su no continuidad ni el contexto de las mismas, no fueron las más correctas
según su entender “las formas utilizadas
conmigo no me gustaron nada, me considero un hombre de club y siempre he
aceptado las decisiones que se hayan tomado conmigo…Al final la gente vio lo
que pasó, me sentí muy arropado por el aficionado”.
En plena conversación
con el jugador balear, uno es consciente, de que esa mala experiencia sigue
teniendo algún rescoldo en su interior, y decido lanzar la pregunta del millón
en referencia a una posible vuelta a Mallorca. En primera instancia resopla
para comentar a continuación “Es
complicado, pero mi tierra no la cambio por ninguna. Si hubiera alguna
posibilidad en un futuro y el club quisiese contar conmigo, porqué no. Nunca se
sabe.”

Al mal tiempo buena cara. Durante el verano surge la
oportunidad de formar parte de la columna vertebral del proyecto de Luis Milla
en el Lugo, cosa que de nuevo le llenó de ilusión. Como suele decirse, la
oportunidad llegaba en el momento idóneo y con la gran experiencia de conocer
la categoría al dedillo. De hecho si nos remitimos a sus números, los mismos
son espectaculares en lo que llevamos de campaña.
Pero claro está, la llegada a una nueva ciudad
siempre lleva una adaptación, “al
principio fue un poco de susto, nada más llegar me dijeron que habían tenido 50
días de lluvia consecutivos, imagínate.”
Se ríe y continúa “Pero luego mira, este año hemos tenido un
invierno espectacular hasta hace nada. Es una ciudad muy cómoda y tranquila. Me
encanta. Además hay muy buen ambiente en la plantilla y en el cuerpo técnico”.
El
Lugo, sobre todo en Anxo Carro se está mostrando muy fuerte, a pesar de la
última derrota ante el Numancia en la primera jornada del año. Pau tiene claro
el objetivo y es muy realista “Nuestro
objetivo es la salvación. Estamos con confianza y damos la sensación de
autoridad en el campo. Eso nos está dando puntos y por qué no podemos llegar a
más.”

Este es Pau Cendrós. Férreo en defensa, fiel a sus
principios y siempre con los pies en el suelo. Hombre de club ante todo y
humilde no solo de acción, también de pensamiento. El compañero que siempre te
saca las castañas calientes cuando nadie más quiere o puede hacerlo…