No me gustan las últimas declaraciones del míster bermellón «Chapi» Ferrer donde pedía que no se pitara al equipo y se animara más. Aunque tampoco me gustan sus declaraciones tras los malos resultados del equipo en estas siete jornadas de la Liga Adelante.
Vamos primero con el tema de animar al equipo en Son Moix. El Real Mallorca lleva tres años de desastres temporada tras temporada. Tres años en los que entre los sucesos de la zona noble del club y el mal juego en el césped, la parroquia mallorquinista ha tenido que soportar de todo, hasta convertirse en el hazmerreír del fútbol español.
Ahora tras siete jornadas en las que se ha logrado una victoria de penalti, dos empates y cuatro derrotas y tan solo se han marcado tres goles, se pide que se apoyo al equipo. En una temporada recién iniciada en la que a las primeras de cambio estas fuera de la Copa del Rey por un recién ascendido y que en la liga no ha sido capaz de ganar a cuatro rivales también ascendidos a Segunda, se pide más apoyo al equipo.
Ahora que tras ver como nuevamente los jugadores no rinden al cien por cien y tras ver como la directiva no es capaz de fichar ilusión para los aficionados, se pide más apoyo.
Los aficionados mallorquinistas siempre han estado al lado del equipo cuando éste lo ha necesitado. El problema es que demasiadas veces se ha pedido el apoyo de la afición sin ser correspondido.
¿Animar? ¿Y quién anima a los aficionados bermellones? «Chapi», te equivocas y Claassen también.
Y en cuanto a las declaraciones tras los malos resultados del equipo, parece que alguien lleve dando el guión a los entrenadores para las ruedas de prensa. Cero autocrítica, nunca ven problemas, siempre se esta mejorando y mantenemos el mismo discurso. Así no vamos a ningún lado.
Mañana por desgracia, otro partido a vida o muerte, ante un Llagostera que goleó al Elche por 4-1 ante un Mallorca que no es capaz de ver puerta. Mañana de nuevo ganar o morir.