CF Reus Deportiu: Edgar, Olmo, Ñoño (Cassamá, 70′), Dinis, Moyano, Jaume, Vítor, Ramon Folch, Edgar H., Óscar Rico (Marc Sellarès, 76′) y Fran.
Mallorca B: Royo, Clausí, Gabri, Raul, One, Vallejo, Cortés, Nico, Iriarte, Cedric y Tià Sastre.
Gol: 1-0 (93′) Edgar.
Arbitro: Gorostegui Fernández. Ha amonestat el local Jaume Delgado; y el visitant One.
Comentario:
El CF Reus Deportiu ha sacado petróleo de un partido atascado gracias a un gol de Edgar, en el minuto 93, al rematar a bocajarro una jugada envuelta dentro del área. El gol permite a los locales hacerse con tres puntos vitales, superando el Mallorca B, en un partido en que el dominio y las ocasiones no se han traducido con gol hasta el último instante.
La primera parte ha avanzado sin más trascendencia hasta el minuto 14. Ha sido entonces cuando ha llegado la primera ocasión de peligro de las botas del filial balear. Edgar Badia ha frustrado el gol del Mallorca B, con una parada espectacular sobre el chut de Sergio.
El CF Reus gestionaba el tiempo y las ocasiones en el primer tiempo. En el minuto 31, el debutante Óscar Rico ha protagonizado una buena internada, Velez ha centrado pero el esférico no ha encontrado rematador paseándose en plena área pequeña del Mallorca B. Sólo cinco minutos después Rico ha demostrado uno de los argumentos por los cuales se le ha incorporado al Reus: el delantero ha picado una falta directa con mucha clase y ha enviado la pelota al palo.
La primera parte se ha acabado con empate a cero en el marcador, después del gol anulado a Ismael Moyano por fuera de juego.
El segundo periodo ha mantenido las dinámicas del primer tiempo, con un Reus más insistente y dominante, pero atascados delante a la hora de marcar las diferencias. En el minuto 60, los locales han visto como el árbitro anulaba el segundo gol a los locales.El técnico Natxo González no lo veía claro: ha sustituido al lesionado Ñoño por Cassamá en el minuto 70 y seis minutos más tarde ha dado entrada a Sellarès por Rico, para refrescar la delantera.
Los minutos se pasaban y el gol en el 93 ha hecho estallar la euforia. Sellarès ha conectado una pelota colgada dentro del área y Edgar, en la línea de gol, sólo ha tenido que poner la bota y empujar el esférico al fondo de la red.