Semana intensa y emocionalmente cargada para los corazones mallorquinistas. Por un lado la más que probable venta de la joya bermellona Marco Asensio, que tiene los días contados como jugador bermellón y por otro el inicio de la demolición del vestusto Lluís Sitjar, campo emblemático para la mayoría de los aficionados y jugadores mallorqunistas.
En el estadio Lluís Sitjar se han vivido momentos mágicos e inolvidables que permanecerán para siempre en el recuerdo de los aficionados. Con la demolición del abandonado estadio, se muere una parte del mallorquinismo y la tristeza ha sido visible en las redes sociales por parte de los aficionados del Mallorca.
El Lluís Sitjar fue el escenario del último ascenso del Real Mallorca , un ascenso conseguido a base de coraje y comunión perfecta entre afición, jugadores y directiva. Un campo lleno hasta la bandera, que vibraba con sus jugadores, su carisma y garra.
El Real Mallorca, por historia y afición, merece un campo en condiciones. Un campo sin pistas, donde los jugadores noten el aliento de los aficionados, un campo donde se vuelvan a escribir páginas doradas la historia de la élite futbolística, el Mallorca necesita un…..Lluís Sitjar.
Guillermo Amengual