Opinión
Serra
Ferrer convocó ayer, 5 de agosto, un Consejo para pedir una
auditoría. Tanto Claassen, como Terrasa y Blum han respaldado al
pobler. Esta auditoría servirá para que una empresa auditora
examine las cuentas de la entidad balear. Uno de los puntos del
Consejo de la semana pasada era la ampliación de capital y, como
todos sabemos, ni Claassen ni Serra se presentaron a dicho Consejo.
Ahora Serra no se “fía” de Cerdà y, con el respaldo mayoritario
que tiene Serra, se ha conseguido que se examinen las cuentas con el
objetivo de sanarlas.
Es
interesante recordar que en el mes de marzo fue el propio Serra que
se abstuvo a hacer una auditoría cuando Claassen la propuso. Que
hubiese pasado si hubieran dejado hacerla… ¿estarían, a día de
hoy, las cuentas bien? Quien sabe…
Por
otro lado, la semana pasada, tras finalizar el Consejo, Cerdà
admitió que Nadal y todo el cuerpo técnico trabajaban sin haber
firmado contrato alguno, únicamente con un contrato verbal. Parece
ser que nuestro querido presidente no se dio cuenta que es una
irregularidad y lo dijo a los cuatro vientos como si nada, como un
dato cualquiera. Pero ayer pasó lo que tenía que pasar, un
Inspector de trabajo se presentó en Son Bibiloni y se reunió con
Nadal. Tras esa reunión en la que, seguramente, el inspector se
quedó más que perplejo, se anunció que Trabajo, en estos próximos
10 días, redactará un informe y lo enviará a la Conselleria de
Economia, Treball i Competitivitat. Es decir, en más o menos 10 días
sabremos si hay una denuncia contra el Mallorca o no.
Ayer
también se produjo un acto inesperado: la dimisión de Pep Alomar,
segundo técnico del equipo mallorquinista. Se ve que tuvo
discrepancias con Nadal respecto al salario que iba a recibir. El
club, tras un comunicado oficial indica que la dimisión se debe a
razones contractuales y de funciones en el equipo. También es
oficial su sustituto: Vicente Engonga. El ex futbolista bermellón
será el ayudante de Soler durante esta temporada. Ahora bien, no
sabemos si con contrato escrito, verbal o sencillamente sin contrato.
En el entrenamiento de hoy miércoles, el propio Engonga, ya estaba
observando a sus jugadores.

Por
último quiero hacer una conclusión con sentido esperanzador. No es
un buen momento para ser del Mallorca. Claro ejemplo es todo lo
redactado anteriormente. Las guerras institucionales continúan,
auditorias, posibles denuncias porque el cuerpo técnico trabaja sin
contrato, etc. No es un buen momento, está claro. Pero eso no
significa que los que siempre hemos estado apoyando a nuestro equipo
le demos la espalda ahora, porque es en estos malos momentos cuando
más se tiene que ser del Mallorca. Los, aproximadamente, 6000 socios
que ya hay para la temporada que empieza en menos de 20 días tienen
que ir al campo a ayudar al equipo, durante los partidos hay que
dejar atrás los problemas institucionales y volcarse en los
jugadores. En asegurarse que sientan el aliento de la afición.
Porque no es un buen momento para ser del Mallorca, por lo tanto,
ahora más que nunca, tenemos que estar ahí, en las buenas y en las
malas.

Alberto Cercós