Parecerá repetitivo, y en cierto modo lo es,
hablar de Memphis Depay en nuestros días. El jugador hoy por hoy más famoso de
la Eredivisie está en boca de todos los que ven este torneo o de quienes tienen
en una pequeña lista los nombres de los jóvenes que empiezan a sobresalir en
las ligas más exóticas del Viejo Continente.
Probablemente todo lo que se pudiese decir de
este joven ya se ha dicho, pero eso no es impedimento para valorar y volver a
valorar positivamente el trabajo de Memphis. Desde la mesa más que pequeña,
hasta en la más grande, encontramos como tema de conversación las jugadas y
movimientos de un muchacho que pareciese no fuese a durar muchas temporadas más
en la Eredivisie.
El sábado se jugó la segunda jornada de la
Eredivisie 2014/15, donde el PSV Eindhoven recibió al NAC Breda, equipo al cual
le propinaron seis goles, de los cuales tres fueron en un lapso menor a diez
minutos de encuentro. Hecho que habla no solamente de la capacidad que tiene
este equipo de generar ocasiones, sino que también habla de algo que no
parecería tan peculiar si se llega a afirmar: la calidad individual en ofensiva
es grande.
Entre los goles y toda la algarabía que
envolvió al PSV por el resultado, es pertinente darle una ojeada al trabajo del
extremo. En nuestros días es muy común, pero sea como sea no deja de sorprender
el hecho de que un jugador con menos de 23 años pueda tener la capacidad de manejar
los hilos de un equipo y no parecer estar presionado por ello; esto es parte de
las características de Depay.
En el partido del sábado anotó dos goles de
tiro libre de gran factura, casi de la misma manera pero de perfiles distintos.
Con estos tantos ya suma cuatro a su cuenta personal con sólo dos partidos
disputados de liga.
Estos dos goles anotados el fin de semana
tienen un matiz que se puede percibir más allá de la celebración, porque no
sólo han representado la victoria del local, sino también dejan a entrever el
peso que posee un joven dentro de una plantilla ambiciosa.

Sus goles han servido para levantar ánimos,
para cambiar partidos, sí, ese es el
efecto Depay
.

Leonardo Quinton

@FutbolMallorca / @leoquinton