El vigente campeón de Liga
comienza el nuevo año diciendo adiós a varios componentes del bloque que dio el
título a las vitrinas del Vicente Calderón. Bajas sensibles como las de Filipe
Luis, David Villa o Thibaut Courtois merman el sistema de Diego Pablo Simeone.
Pero sobre todo la marcha de Diego Costa deja en una situación delicada a los
colchoneros en la realización del gol.
Pero como dice el dicho ‘A rey
muerto, rey puesto’, y en estas llega a Madrid un delantero que no tiene nada
que demostrar y que probablemente asegurará tardes de gloria a la hinchada
comandada por el exigente ‘Frente Atlético’. El croata Mario Mandzukic aterriza
para hacer olvidar al de Lagarto, y ya de paso, aportar experiencia y goles a
un equipo que pretende manifestar que lo que ocurrió el curso pasado no fue un
espejismo, ni fue flor de un día, o de un año, según como se mire.
Huyendo del todopoderoso Bayern
de Munich y de su nueva y flamante estrella, Robert Lewandowski, el croata suma
una hoja de servicios competente para un club como el Atlético de Madrid. En su
haber están las dos temporadas con los bávaros en la Bundesliga y en la Liga de
Campeones, donde ha tenido un rendimiento más que notable, convirtiendo 46
goles, y enviando a tierras italianas a un Mario Gómez que era (en estos
momentos queda poco de lo que fue) el dueño y señor de la punta de ataque de
Munich.

Slavonski Brod dio a luz un
diamante que  se encargará de pulir el
‘Cholo’ Simeone. El técnico argentino logrará exprimir a la que podría ser una
de las estrellas cerca del río Manzanares el próximo año. Los colchoneros
quizás pierdan brega y agresividad con la marcha de Diego Costa, pero ganan
mucho gol y competitividad con la llegada de Mario Mandzukic. Un 9 de garantías
para garantizar que el Atleti no despierte de su sueño.

Jesús Gualix