El AC Milan se encuentra en una etapa
de transición que ni sus propios aficionados saben hacia donde la
lleva. Por primera vez en este siglo, los rossoneri no jugarán en
competiciones europeas
, algo que no ocurría desde hacía 17
años.
Su victoria en la última jornada del
Calcio no sirvió para nada ya que tanto Parma como Torino tenían
que pinchar en sus partidos y no lo hicieron, por lo que el Milan
quedó desplazado al octavo lugar de la clasificación que le prohibe
jugar en Europa durante al menos un año. Prácticamente toda la liga
regular la ha pasado en zona media de la tabla y por ello a
principios de este año se tomó desde la directiva la decisión de
destituir a Allegri, siendo sustituido por Clarence Seedorf.
El ex-jugador se arriesgó a afrontar esta etapa como técnico del
que fue su equipo e intentar clasificarlo para Europa, sin mucho
éxito a pesar de la mejora de resultados.
En los últimos dias empieza a sonar
con fuerza el nombre del ‘Pipo’ Inzaghi
para sustituir en el cargo de entrenador a Clarence. En Milan
buscan desesperados al hombre que sea capaz de reconstruir las piezas
del verdadero Milan de las 7 Copas de Europa y que los saque de esta
crisis deportiva en la que viven desde hace un tiempo.
¿Y qué les hace falta?

Una de las cosas positivas de una
crisis deportiva es que se toca fondo tras un fracaso de temporada y
a partir de ese instante solo hay que crecer. En eso piensa el AC
Milan para la próxima temporada en la que en primer lugar tiene que
centrar el proyecto en la figura del entrenador que sepa
manejar un vestuario en el que hay nombres delicados como Balotelli,
Kaka o Robinho, y a la vez la falta de un lider, un capitán que
ejerza su liderazgo entre sus compañeros. Quizás sea éste uno de
los principales problemas. La falta de juventud y a la vez de
veteranía
en un vestuario donde priman las fiestas y el orgullo
personal. Un Kaka’ que sin duda no es el mismo que en su primera
etapa, un Robinho que ni de lejos es el que vimos en su etapa
madridista, un Balotelli que parece no importarle nada y un largo
etc. Pero todavía hay tiempo en este verano de encauzar la
situación
y de volver a recuperar la ilusión de los aficionados
milanistas. Berlusconi, dueño del club, debe tratar de invertir
dinero en un nuevo Milan para que no se vuelva a repetir los errores
de la temporada que acaba de finalizar que ha sido una de las peores
de la historia. 

Alex López