Turé celebra con rabia el primer gol Sant Jordi y lo brinda a la afición (Foto: Francisco Natera).

Turé celebra con rabia el primer gol Sant Jordi y lo brinda a la afición (Foto: Francisco Natera).
Francisco Natera. El Sant Jordi ha puesto la sexta velocidad en dirección a la División de Honor. Este mediodía, el equipo que entrena Juanjo Cruz ha arrollado a un Serverense desdibujado y se jugará el ascenso la jornada que viene en el terreno de juego del Manacor. Los verdinegros, arropados por una nutrida y colorida afición, han bailado a un adversario que se deshizo como un azucarillo en un café a medida que pasaban los minutos e iban entrando los goles de unos jugadores que quieren liarla parda esta temporada.
El plantel verdinegro saltó al terreno de juego como una apisonadora y ya mandaba en el marcador en el minuto 9 gracias a un golito de Turé. Aplausos en la grada y frustración en un Serverense que todavía no sabía lo que le esperaba en Can Guerxo. Los gladiadores del Sant Jordi mordían que daba gusto y en el minuto 25, Javi Pérez estableció el 2-0 para alegría de un equipo que exprimió al máximo sus llegadas al área contraria. Los jordiers encarrilaron el encuentro y se quitaron la presión de golpe y porrazo.
El plantel de Las Salinas era amo y señor del partido e hizo lo que le dio la gana con un Serverense que trató de recortar diferencias, pero le faltó la pegada que sí tuvieron los de casa. Así, en el 32, Jordi Serra se unió a la fiesta goleadora para ajusticiar a un rival que acababa de firmar su sentencia de muerte. El Sant Jordi se marchó al descanso con el choque prácticamente visto para sentencia y la afición regaló un sonoro aplauso a unos jugadores que están muy cerquita de hacer historia esta temporada.
Con el Serverense noqueado, el conjunto de Cruz se movió con pez en el agua sobre el verde y en el 58, Jordi Serra anotó el 4-0 tras ejecutar una preciosa vaselina desde fuera del área. Los verdinegros estaban humillando a un adversario que pedía a gritos el final del partido. Pero quedaba todavía un mundo por delante y el Sant Jordi quería golear. Fue cuando apareció la figuara del Pichichi del equipo, un Cristian Valcárcel que, en un minuto, firmó su particular doblete (m. 75 y 76), dos golitos que dolieron mucho a un Serverense que se marcha de Ibiza escocido y sin apenas opciones de ascenso.
Fuente: Fútbol Pitiuso.