La nefasta gestión de la dirección deportiva del Real Mallorca, queda una vez más patente, si analizamos el rendimiento de los doce fichajes que se hicieron, para cumplir con el objetivo inicial de devolver al Mallorca, a su lugar en la élite del fútbol español.

En el mercado de verano, se ficharon a ocho jugadores. Gerard Moreno, Thomas, Íñigo Pérez, Álex Geijo, Álex Moreno, Riverola, Agus y Miguel García.

De estos ocho futbolistas solo tres se salvan de la quema, Gerard Moreno (actual pichichi del equipo, con once goles), Thomas y Álex Moreno.

Tanto Íñigo Pérez como Miguel García, han sido unos fichajes que han pasado totalmente desapercibidos. En el caso de Íñigo Pérez, debido a problemas personales tuvo que abandonar el club bermellón, al no adaptarse a la plantilla.

Por su parte Agus, Riverola y Geijo, han vivido situaciones opuestas en el equipo. Mientras Agus y Riverola no entraban en los planes de Oltra, con Carreras se han ganado un sitio en el equipo. Para el míster catalán Agus parece ser un fijo en la defensa, mientras que Riverola, a pesar de tener sus oportunidades, no termina de aprovecharlas. Y Geijo, que era de los fijos de Oltra, a pasado a un segundo plano y disputar los compases finales de los partidos. El delantero rojinegro, todavía no ha visto puerta esta temporada.

Tras los malos resultados del equipo, en la primera parte de la temporada, el club decidió apostar por cuatro fichajes más. En el mercado de invierno llegaron Cadamuro, Generelo, Iriney y Razza. De los cuatro ninguno ha cumplido las expectativas puestas en ellos.

Cadamuro un fijo para Oltra, ha visto como Carreras lo relegaba al banquillo. Razza suele entrar en las segundas partes y tanto Generelo como Iriney pueden aportar mucho más de lo que están dando.

Así pues, la planificación deportiva ha sido un auténtico fracaso que se ha visto reflejada en la trayectoria del equipo. Y no es menos grave que a final de temporada hasta catorce jugadores pueden abandonar la disciplina bermellona sin dejar ni n euro en las maltrechas arcas del club.

Guillermo Amengual