Para algunos, el pasado domingo Ancelotti supo reaccionar.
Para mí esa reacción nunca tuvo que haberse producido. El partido era
trascendental para determinar el cauce de la Liga. Una visita a un estadio
complicado, un pasado reciente que dejó ganas de revancha, y un equipo que está
realizando una temporada impecable. Con un entrenador que no les deja bajar ese
ritmo. Debe ser que ese contexto amedrentó al técnico italiano. Fue atrevido a
medias. Se decantó por la delantera habitual, apostando por la pegada que estos
están demostrando cada partido. Era de esperar también la aparición de Modric y
Alonso en el círculo central. Se complementan a la perfección, y la temporada
de ambos no está teniendo ningún pero. Fue en la zona de los laterales donde
dejó entrever un mensaje con tintes conservadores. Prescindió de dos carrileros
con gran capacidad de influencia en el juego ofensivo, para colocar a otra pareja
que apenas visita la línea de fondo. Prefirió garantizar la seguridad en
defensa, antes que fortalecer la línea de ataque.
Para mí esa reacción nunca tuvo que haberse producido. El partido era
trascendental para determinar el cauce de la Liga. Una visita a un estadio
complicado, un pasado reciente que dejó ganas de revancha, y un equipo que está
realizando una temporada impecable. Con un entrenador que no les deja bajar ese
ritmo. Debe ser que ese contexto amedrentó al técnico italiano. Fue atrevido a
medias. Se decantó por la delantera habitual, apostando por la pegada que estos
están demostrando cada partido. Era de esperar también la aparición de Modric y
Alonso en el círculo central. Se complementan a la perfección, y la temporada
de ambos no está teniendo ningún pero. Fue en la zona de los laterales donde
dejó entrever un mensaje con tintes conservadores. Prescindió de dos carrileros
con gran capacidad de influencia en el juego ofensivo, para colocar a otra pareja
que apenas visita la línea de fondo. Prefirió garantizar la seguridad en
defensa, antes que fortalecer la línea de ataque.
El hecho de alternar esquemas, y de proponer soluciones
distintas dependiendo del rival al que te enfrentes, lo encuentro lícito.
Incluso necesario. Que el Villarreal, a pesar de su buen juego habitual, decida
encerrarse en su área cuando recibe a un equipo como el Barcelona, es normal.
No es cuestión de ser cobarde o valiente, sino de ser inteligente o no. Ahora
bien, no puedes utilizar las mismas premisas para un conjunto de las magnitudes
del de Ancelotti. Un equipo como el Madrid tiene que ir siempre en busca de la
victoria. Y más si el rival al que se enfrentan está al mismo nivel competitivo
que ellos. Que Ancelotti tuviera más en cuenta cómo iba a jugar el Atleti, en
lugar de centrarse en la manera en la que su equipo pudiera hacer más daño, fue
un error.
distintas dependiendo del rival al que te enfrentes, lo encuentro lícito.
Incluso necesario. Que el Villarreal, a pesar de su buen juego habitual, decida
encerrarse en su área cuando recibe a un equipo como el Barcelona, es normal.
No es cuestión de ser cobarde o valiente, sino de ser inteligente o no. Ahora
bien, no puedes utilizar las mismas premisas para un conjunto de las magnitudes
del de Ancelotti. Un equipo como el Madrid tiene que ir siempre en busca de la
victoria. Y más si el rival al que se enfrentan está al mismo nivel competitivo
que ellos. Que Ancelotti tuviera más en cuenta cómo iba a jugar el Atleti, en
lugar de centrarse en la manera en la que su equipo pudiera hacer más daño, fue
un error.
Y lo fue porque como decíamos, el duelo se presuponía
igualado. Dada la situación en la que llegaban los dos clubes, no se podía
anticipar un claro favorito. Y en un partido tan equilibrado, que un lateral
tenga el poder de decidir el transcurso del encuentro, puede que sea el
elemento diferenciador. El que haga decantar la balanza hacia un lado o su
opuesto. El Atleti jugó con Filipe y Juanfran. Dos laterales que se suman al
ataque con asiduidad. Por el contrario, el Madrid contaba con la presencia de
Arbeloa y Coentrao, dos futbolistas atentos en defensa, que tuvieron la labor
de frenar las internadas de los carrileros atléticos. Estarían más seguros en
la zaga, pero el conjunto rojiblanco siempre atacaba con más efectivos que los
blancos. Y lo hacía por la diferencia existente entre los laterales. Mientras
que el Madrid confiaba en alguna individualidad de Cristiano o Bale, el Atleti
planteó un encuentro donde existiera cierta estabilidad tanto en líneas
defensivas como en las ofensivas. A Filipe le pueden coger la espalda con más
facilidad que a Arbeloa, pero luego te ofrece posibilidades arriba. Existe una
compensación. Arbeloa cumple con creces como defensor, pero su aportación en
campo contrario es prácticamente nula. Ancelotti no supo dar equilibrio en ese
sentido.
igualado. Dada la situación en la que llegaban los dos clubes, no se podía
anticipar un claro favorito. Y en un partido tan equilibrado, que un lateral
tenga el poder de decidir el transcurso del encuentro, puede que sea el
elemento diferenciador. El que haga decantar la balanza hacia un lado o su
opuesto. El Atleti jugó con Filipe y Juanfran. Dos laterales que se suman al
ataque con asiduidad. Por el contrario, el Madrid contaba con la presencia de
Arbeloa y Coentrao, dos futbolistas atentos en defensa, que tuvieron la labor
de frenar las internadas de los carrileros atléticos. Estarían más seguros en
la zaga, pero el conjunto rojiblanco siempre atacaba con más efectivos que los
blancos. Y lo hacía por la diferencia existente entre los laterales. Mientras
que el Madrid confiaba en alguna individualidad de Cristiano o Bale, el Atleti
planteó un encuentro donde existiera cierta estabilidad tanto en líneas
defensivas como en las ofensivas. A Filipe le pueden coger la espalda con más
facilidad que a Arbeloa, pero luego te ofrece posibilidades arriba. Existe una
compensación. Arbeloa cumple con creces como defensor, pero su aportación en
campo contrario es prácticamente nula. Ancelotti no supo dar equilibrio en ese
sentido.
Esto cambio de rumbo cuando en la segunda parte, el italiano
decidió dar entrada a Carvajal y Marcelo. También a Isco, que imprimió frescura
y calidad. Pero hablo de los laterales. Se pegaron a la banda, y comenzaron a
doblar a los interiores. El Atleti tuvo que preocuparse más en defensa, y
Filipe y Juanfran reclamaban la ayuda de sus extremos. Finalmente consiguieron
empatar el partido. Ancelotti reaccionó,
y espero que este ejemplo le sirva para otra vez. Cuando te espera un gran
partido, cuando te enfrentas a un rival de máximo nivel, Marcelo y Carvajal no
pueden coincidir en el banquillo. Para que Cristiano, Bale o Benzema puedan
brillar, alguno de estos dos laterales, tiene que estar sobre el césped.
decidió dar entrada a Carvajal y Marcelo. También a Isco, que imprimió frescura
y calidad. Pero hablo de los laterales. Se pegaron a la banda, y comenzaron a
doblar a los interiores. El Atleti tuvo que preocuparse más en defensa, y
Filipe y Juanfran reclamaban la ayuda de sus extremos. Finalmente consiguieron
empatar el partido. Ancelotti reaccionó,
y espero que este ejemplo le sirva para otra vez. Cuando te espera un gran
partido, cuando te enfrentas a un rival de máximo nivel, Marcelo y Carvajal no
pueden coincidir en el banquillo. Para que Cristiano, Bale o Benzema puedan
brillar, alguno de estos dos laterales, tiene que estar sobre el césped.