Cuando quedan poco mas de tres meses para terminar la temporada, el Real Mallorca esta metido en una espiral de acontecimientos, que no hacen presagiar nada bueno para la entidad mallorquina.

La guerra sin cuartel  entre los actuales directivos de la entidad, que siguen haciendo oídos sordos a los gritos de dimisión de la afición y la mala gestión de estos cínicos directivos ponen en peligro la existencia del Real Mallorca.

Por un lado todo depende de que se cumpla el objetivo marcado desde el inicio de temporada, que no es otro que el ascenso a la Primera División.

De no conseguirlo el Real Mallorca se vería inmerso en una espiral de acontecimientos que pondrían en serios apuros al club bermellón.

Primero en el aspecto económico, ya que la Liga de Fútbol, solo da ayudas a los equipos que bajan el primer año, por lo tanto el Mallorca no recibiría ni un solo euro si queda un año mas en segunda.

Por otro lado el Real Mallorca tendría una deuda económica de entre tres y cinco millones de euros, por lo que necesitaría liquidez económica. Una liquidez que no puede venir de la venta de jugadores, ya que de la actual plantilla, hasta un total de trece jugadores quedan libres el 30 de junio. Una situación que deja en evidencia la nefasta gestión de Serra Ferrer como director deportivo.

La salida de Víctor Casadesus  en el mercado de invierno, dejo cero euros en caja, a pesar de tener contrato hasta el 30 de junio.

Jugadores carismáticos para la parroquia bermellona como Ximo, Hemed y Álex Moreno, acaban contrato el 30 de junio y el club se ha puesto en contacto con ellos. De momento solo Ximo estaría por la labor de seguir en el club rojinegro, aunque habrá que ver lo que sucede hasta final de temporada.  Tanto Hemed, como Álex Moreno (con ficha del filial) esperan a final de temporada para tomar una decisión.

Si el Real Mallorca se viera obligado a hacer caja, para sanear la deuda y no buscarse mas problemas, solamente podría hacerlo vendiendo a la perla del mallorquinismo, Marco Asensio, que actualmente tiene una cláusula de diez millones de euros y tres años de contrato.

Esperemos que los actuales directivos no cometan mas errores que puedan hacer peligrar a un histórico como el Real Mallorca.

Viendo este panorama, se entiende el pesimismo de una afición que ve su equipo de toda la vida, navega sin rumbo,  debido a la incompetencia de sus dirigentes, que o entierran el hacha de guerra y unen esfuerzos para blindar esta plantilla o  es cuestión de tiempo que estalle el polvorín que ellos mismos han creado.

Guillermo Amengual