La Eredivisie es una de esas ligas europeas que arroja
destellos de magia jornada tras jornada. Tan impredecible como ella sola,
esperanzadora, desilusionadora, en fin, de muchas cosas se le puede catalogar a
esta liga.
soccernews.nl / Joel
Veltman, clase ‘92, una de las principales figuras del Ajax.
El principal componente de esta liga, sin duda alguna
es el material humano, el cual se caracteriza por estar en una incesante
producción desde las primeras canteras de Ámsterdam, Eindhoven, Rotterdam y
otras ciudades más. Muchachos de 16 años juegan en los primeros equipos de la
Eredivisie, deslumbrando a más de un equipo grande en el viejo continente.
La juventud es un divino tesoro, pero, como todo en la
vida, todo en exceso es malo. Una de las principales teorías, y de por sí una
de las más sostenibles, es la que sostiene que la debacle del fútbol holandés a
nivel internacional se debe a la excesiva cantidad de jóvenes que forman parte
de las alineaciones titulares. Ejemplos evidentes de esto han sido equipos como
en Ajax en la presente temporada 2013/14 en Liga de Campeones. Desde lo
importante que fue ver a jugadores como Klaassen o Serero en grandes partidos
hasta la falta de temple y experiencia de una plantilla que promedia los 23
años de edad para buscar remontar un encuentro en una cancha como la del San
Siro.
La juventud aporta picardía, energía, vitalidad a este
juego, pero a su vez, deja nerviosismo y falta de experiencia. Vimos
puntualmente el ejemplo del Ajax, pero esta es la realidad de los dieciocho
equipos que conforman el campeonato holandés, los cuales, a falta de dinero,
tienen que valerse más rápido de lo que esperan de sus canteras.
Ante la crítica siempre, de manera responsable, se
debe plantear una solución, la cual acá deberá ser sin duda el encontrar un
balance de edades en las diversas plantillas. Aunque no sea algo que sea muy
común en el fútbol de Holanda, no se puede olvidar que el éxito de todo club se
debe dar cuando se encuentra la armonía en una plantilla, algo que pareciese
darse cuando los jugadores aportan experiencias y cualidades que se adquieren
con el rodaje y los años de fútbol.

Si bien es cierto, el fútbol holandés es el ejemplo de
que la mera juventud puede rendir frutos (Ajax, Copa Europea de 1995), pero
igualmente, con el pasar de los años ha demostrado que sea como sea, la
juventud es una bendita maldición.

Leonardo Quintón