Tras dejar el
Chelsea
hace ya muchos años y pasando por equipos como el Inter de Milán y
el Real Madrid, José Mourinho
ha vuelto con más ganas que nunca para devolver el prestigio que
antaño tenía el club inglés, su objetivo no es solo ganar títulos,
si no devolver al club a lo más alto, a través de un juego más
vistoso, de más toque y que sea menos defensivo, como ha sido con
los últimos entrenadores del Chelsea, dígase Rafa Benítez y
Roberto Di Matteo.
Chelsea
hace ya muchos años y pasando por equipos como el Inter de Milán y
el Real Madrid, José Mourinho
ha vuelto con más ganas que nunca para devolver el prestigio que
antaño tenía el club inglés, su objetivo no es solo ganar títulos,
si no devolver al club a lo más alto, a través de un juego más
vistoso, de más toque y que sea menos defensivo, como ha sido con
los últimos entrenadores del Chelsea, dígase Rafa Benítez y
Roberto Di Matteo.
Cuando José
Mourinho llegó de nuevo al club londinense, hubo rumores de que no
quería a jugadores como Fernando Torres o Juan
Mata, pronto los desmintió e hizo
saber que trataría de conseguir el mejor nivel de ambos jugadores, a
pesar de todo, Mata ya se ha ido del club para jugar en el Manchester
United. Este Chelsea, a pesar de
situarse el 3º en la tabla, a solo tres puntos del primero, no
destaca por el juego colectivo, como así se pretendía en un
principio. Una de las razones del juego
simplón del Chelsea se debe al abuso de
lo individual sobre lo colectivo. Mou
no ha conseguido imponer esa esencia que si se palpaba en otros
vestuarios en los que consiguió un juego sin fisuras, en bloque,
donde todos atacan y todos defienden, son solidarios, un engranaje
común. El equipo suele partirse
mucho; portero, defensa y doble pivote por un lado, mientras que los
3 media puntas y el delantero suelen quedarse descolgados (algo muy
parecido a lo que ocurría en el Real Madrid cuando llegó Mou). En
este caso, la zona central sufre, sobre todo el dúo Lampard-Ramires,
foco de la mayoría de las críticas, que se ven avocados a luchar
contra la superioridad numérica. De ahí el parche de Azpilicueta
por Cole, que estos últimos años parece haber olvidado esa
intensidad defensiva a las que nos tenía acostumbrados, cosa que sí
da el navarro. Mata, estilete del juego combinativo y asociativo, se
ha visto relegado en la mayoría de las veces al banquillo, en
detrimento de Schürrle,
más vertical y directo. Estas son algunas de las muestras por las
que prima más lo individual. El conjunto de Mourinho vive de sus
individualidades; de las de Hazard, Óscar, Schürrle o las escasas
pero como siempre efectivas llegadas de Lampard al área rival.
Mourinho llegó de nuevo al club londinense, hubo rumores de que no
quería a jugadores como Fernando Torres o Juan
Mata, pronto los desmintió e hizo
saber que trataría de conseguir el mejor nivel de ambos jugadores, a
pesar de todo, Mata ya se ha ido del club para jugar en el Manchester
United. Este Chelsea, a pesar de
situarse el 3º en la tabla, a solo tres puntos del primero, no
destaca por el juego colectivo, como así se pretendía en un
principio. Una de las razones del juego
simplón del Chelsea se debe al abuso de
lo individual sobre lo colectivo. Mou
no ha conseguido imponer esa esencia que si se palpaba en otros
vestuarios en los que consiguió un juego sin fisuras, en bloque,
donde todos atacan y todos defienden, son solidarios, un engranaje
común. El equipo suele partirse
mucho; portero, defensa y doble pivote por un lado, mientras que los
3 media puntas y el delantero suelen quedarse descolgados (algo muy
parecido a lo que ocurría en el Real Madrid cuando llegó Mou). En
este caso, la zona central sufre, sobre todo el dúo Lampard-Ramires,
foco de la mayoría de las críticas, que se ven avocados a luchar
contra la superioridad numérica. De ahí el parche de Azpilicueta
por Cole, que estos últimos años parece haber olvidado esa
intensidad defensiva a las que nos tenía acostumbrados, cosa que sí
da el navarro. Mata, estilete del juego combinativo y asociativo, se
ha visto relegado en la mayoría de las veces al banquillo, en
detrimento de Schürrle,
más vertical y directo. Estas son algunas de las muestras por las
que prima más lo individual. El conjunto de Mourinho vive de sus
individualidades; de las de Hazard, Óscar, Schürrle o las escasas
pero como siempre efectivas llegadas de Lampard al área rival.
Sin embargo,
parece que el Chelsea va mejorando poco a poco, a pesar de no
realizar un juego vistoso en sus partidos, consigue ganarlos, aunque
todo hay que decirlo, porque hay jugadores que están tirando del
carro, en este caso hablamos de Hazard,
el belga está en un estado de forma inmejorable y está llevando a
su club a poder luchar por el título de liga. Incluso, ha declarado,
que quiere llegar al nivel de Cristiano y Messi, ya que se ve
capacitado para ello. Otros jugadores como Óscar,
Eto´o
o Fernando Torres,
están aportando mucho al equipo, con sus goles y asistencias también
ayudan a que el equipo se encuentre allí arriba.
parece que el Chelsea va mejorando poco a poco, a pesar de no
realizar un juego vistoso en sus partidos, consigue ganarlos, aunque
todo hay que decirlo, porque hay jugadores que están tirando del
carro, en este caso hablamos de Hazard,
el belga está en un estado de forma inmejorable y está llevando a
su club a poder luchar por el título de liga. Incluso, ha declarado,
que quiere llegar al nivel de Cristiano y Messi, ya que se ve
capacitado para ello. Otros jugadores como Óscar,
Eto´o
o Fernando Torres,
están aportando mucho al equipo, con sus goles y asistencias también
ayudan a que el equipo se encuentre allí arriba.
Cuando comenzó
la temporada, el Chelsea no jugaba bien, es más perdió muchos
puntos, e incluso llegó a ser criticado por la prensa inglesa. Pero
Mou y su conjunto consiguieron reponerse a base de victorias y un
juego efectivo, que no bonito, pero que daba los resultados que se
esperaban.
la temporada, el Chelsea no jugaba bien, es más perdió muchos
puntos, e incluso llegó a ser criticado por la prensa inglesa. Pero
Mou y su conjunto consiguieron reponerse a base de victorias y un
juego efectivo, que no bonito, pero que daba los resultados que se
esperaban.
Por último,
destacar una “anécdota” ocurrida en el Chelsea, muy parecida a
algo que ocurrió en el Real Madrid con Iker y Diego López. En este
caso, Mou sentó a Čech
tras un partido que perdió contra el Stoke, y colocó a Mark
Scharwzer para hacerle la competencia, a
modo de toque de atención, no llegó a ser tan drástico como en el
Real Madrid, pues Peter Čech, sigue jugando de titular con el
Chelsea de Mou, ya que es uno de los mejores porteros del mundo, muy
seguro bajo palos.
destacar una “anécdota” ocurrida en el Chelsea, muy parecida a
algo que ocurrió en el Real Madrid con Iker y Diego López. En este
caso, Mou sentó a Čech
tras un partido que perdió contra el Stoke, y colocó a Mark
Scharwzer para hacerle la competencia, a
modo de toque de atención, no llegó a ser tan drástico como en el
Real Madrid, pues Peter Čech, sigue jugando de titular con el
Chelsea de Mou, ya que es uno de los mejores porteros del mundo, muy
seguro bajo palos.