Neymar volvió
ser el jugador más decisivo del Barça en el día que Messi se reencontró con el
gol tras anotar un doblete a un Milán en la UVI, mientras que el Atleti goleó
al Austria de Viena con otro magnífico partido y un gol más de Diego Costa. Un
Arsenal tremendamente efectivo aguantó el chaparrón del Dortmund consiguiendo
la victoria en base a un gran trabajo en equipo y otro gol que vale su peso en
oro de Ramsey. Lo  que les permite
empatar en la cabeza del grupo con el Nápoles de Benítez, que ganó con apuros
al Marsella, doblete de Higuaín. El Chelsea de Mou se acerca a octavos gracias
a su victoria ante un Schalke que dio muchas facilidades atrás, cosa que un
equipo de Mourinho y , en especial, un jugador de la voracidad de Eto´o no
desaprovecha.

Comenzaremos
con el grupo H, el del Chelsea, donde el panorama empieza a vislumbrarse.
No tanto la segunda plaza que da derecho a jugar octavos, por la que Schalke lleva tomada la delantera con 6
puntos al Basilea con 5, sino por el liderato, ya que con la victoria cosechada
ayer por los de Mourinho en Stamford Bridge (3-0) aseguran con 9 puntos
virtualmente su paso a octavos, y salvo hecatombe, el liderato del grupo.
Hicieron valer los blues su condición de local para ganar a un endeble Schalke
en defensa. Los alemanes intentaron aprovechar la situación para dar un golpe de
efecto tras su derrota en Gelsenkirchen pero con actuación defensiva de ese
calibre poco recorrido tendrán en la Champions. A pesar de que Hildebrand
comenzó desbaratando un formidable golpe directo de Schürrle con una palomita
salvadora, se iba a convertir en el hombre del encuentro, para mal, tras
regalarle el primer gol a Samuel Eto´o 
al dormirse con un balón en su área. El león indomable acudió a la
presión con fiereza y consiguió hacer que el balón impactara en su pie y
acabara en el fondo de las mallas. Mou reconoció su acto de fe dedicándole unas
palabras. Se le ponía de cara el encuentro al Chelsea que, tras el descanso,
iba a subir el segundo tanto al luminoso en una gran contra llevada a la
perfección con Willian, con mucha rapidez y muy pocos toques iba a servir el
balón a Eto´o para que éste solo tuviera que cruzar ante la salida de
Hildebrand. La lesión de Draxler borró de forma definitva al Schalke del
encuentro, que moría lentamente. Demba Ba aprovechó una exquisita triangulación
entre Willian y Lampard, que filtró un pase por alto que el senegalés no iba a
desaprovechar engatillando de primeras. Todo esto sin dejar caer el balón. 
                      

En
Rumanía, el Basilea se llevó un
jarro de agua fría tras empatar en territorio del Steaua de Bucarest y desaprovechar una oportunidad única para
encaramarse a esa valiosa segunda plaza. El Basilea pagó su mal partido pero
arregló el estropicio con un gol de Sion en el descuento, que igualaba el tanto
inicial de Piovaccari. Los rumanos dicen prácticamente adiós a Europa.

En
lo que respecta al grupo F, el de la
muerte, el Arsenal ve como se allana
el camino a octavos tras ganar al Borussia
Dortmund
0-1 en el Signal Iduna Park. Los gunners no jugaron su mejor
partido, pero estuvieron muy compactos. Aguantaron la primera parte gracias a
la seguridad de sus cuatro hombres de atrás, que formaron un bloque muy
compacto con la ayuda inestimable del centro del campo. Subotic,a la salida del
córner, y Mkhitaryan poco después, en un mano a mano con Szczesny, acecharon el
gol para los locales. El Borussia robaba en el centro y salían como torpedos
con el marco de Sczcesny entre ceja y ceja. Sin embargo, para sorpresa de
todos, cuanto más lejos estaba el Arsenal de marcar, cuanto más naufragaba lo
hizo. Apareció Özil revoloteando en una banda para poner un centro buscando la
cabeza de Giroud, que la bajó para la llegada de segunda línea del galés Aaron
Ramsey, que surgió de la nada para adelantarse a Hummels y batir a Weidenfeller
de cabeza. Otra vez salvador del Arsenal. “Cuando empiece a marcar, no parará”
decía Wenger, y parece que lleva razón. 11 goles ya. Dio vida el gol al
Arsenal, que a punto estuvo de certificar la victoria con ocasiones de Mertesacker
y Ramsey. Los cinco minutos finales fueron de asedio para los locales, que
reclamaron un discutible penalti de Mertesacker a Lewandowski por agarrón de
este. 
El
Nápoles aprovechó el pinchazo del
Dortmund para aferrarse a la segunda plaza de su grupo al vencer al Marsella 3-2 en casa, no exento de
dificultades ya que los franceses se adelantaron en el marcador con un gol de
Ayew de cabeza a la salida de un córner. Los napolitanos se repusieron con un
golazo de Inler, que enganchó de lleno un balón que andaba en la frontal del
área. Estalló San Paolo que contagió su energía a los suyos, sobre todo en un
Pipita Higuaín hiperactivo durante todo el encuentro. Así, un envío de Callejón
desde el carril diestro llegó a Hamsik, que vió como el Pipita entraba como un
cuchillo, el eslovaco lo vio y se la cedió de cabeza. El balón tocó en Diawara
y le cayó al argentino, que fusiló al arquero sin dejarla caer. La joven perla
francesa Thauvin recortó distancias, pero Higuaín llevó la locura a San Paolo
con un gol de nueve a puerta vacía tras asistencia de Insigne. De esta forma,
el Arsenal y los italianos encabezan la clasificación con nueve puntos, atrás
queda el Dortmund con seis y el Marsella, con cero puntos.

En
el grupo G, el Atleti comanda la clasificación tras un camino inmpoluto con doce
puntos de doce, doce goles a favor y solo dos en contra. Es el único equipo de
Europa que lo ha ganado todo. El Austria
de Viena
fue la última víctima que trituró la máquina de Simeone, 4-0 y
primer puesto asegurado. El Cholo avisaba del peligro aéreo de los autriacos y
pronto abrió el marcador el Atleti por mediación de Miranda, especialista en
balones parados, tras recoger un balón suelto en el área y empujarla a puerta
con la zurda, se despejaba el camino para los rojiblancos. Clave fue la parada
de Courtois para evitar el empate a uno tras una muy buena jugada de los
visitantes, tras lo que Raúl García aprovechó un balón tocado a la perfección
por Koke, para anticiparse por alto al zaguero rival y conectar un inapelable
testarazo. Un segundo gol que conllevó la muerte cerebral de los austríacos.
Filipe, antes del descanso, se convirtió en delantero centro improvisado tras
aprovechar un rechace del arquero rival y mandar el balón a las mallas en el
área pequeña. La segunda mitad fue un paseo y un laboratorio de pruebas para
Simeone. Óliver y Cebolla saltaron a la palestra. Estos no defraudaron
aprovecharon al máximo sus minutos. El uruguayo fabricó un penalti que Diego
Costa marró, pero en lugar de lamentarse, despertó la furia panteril que lleva
dentro. Y tuvo recompensa, un gran jugada trenzada por la banda derecha entre
Juanfran y Óliver acabó en los pies de Costa, que al primer toque batió al
portero para firmar el 4-0. 
En
el otro partido del grupo, el Oporto
se aferró a la vida tras empatar un partido en Rusia que se le puso muy cuesta
arriba. Necesitaba ganar tras perder en O Dragao ante el Zenit, pero el empate, visto lo visto, es para darse con un canto
en los dientes. El comandante Lucho González adelantó a los portugueses tras
una gran combinación entre los dos componentes del ala derecha blanquiazul,
Danilo y Josué, que fueron dos puñales. Danilo le regaló el balón para que la
empujara de cabeza al fondo de las mallas. El tanto zarandeó a los de
Spalletti, que aprovecharon un error de comunicación entre Alex Sandro y
Helton, que Hulk, el más listo, aprovechó para empatar el partido. El Oporto
fue desapareciendo progresivamente del partido y los locales haciéndose más
grandes, sin embargo, no obtuvieron mejor resultado. Helton salvó a los suyos
al desbaratar un penalti lanzado por Hulk. De esta forma, el Zenit sigue
manteniendo la segunda plaza con seis puntos, pero desaprovecha una magnífica
ocasión para alejar al Oporto, su rival para acceder a octavos.

Acabaremos con el papel del Barcelona y el grupo H,
donde está encuadrado. Un Milán en
horas bajas sucumbió en el Camp Nou tras recibir dos goles de Messi, que vuelve
a reencontrarse con el gol. Volvió a relucir la figura de Neymar, que aunque no
marcó, participó en todos los goles de su equipo. Allegri sorprendió no sacando
de inicio a Mario Balotelli, repitiendo la alineación de San Siro, a excepción
de Emanuelson por Constant y Poli por Valter Birsa en un partido un tanto falto
de ritmo, por no decir tostón. El objetivo era claro, aguantar atrás,
replegados y juntos con dos líneas de 4 y salir a la contra impulsados por Kaká
y buscando a Robinho. Le salió relativamente bien el plan hasta que apareció la
figura de Neymar para echarse el equipo a la espalda y romper la monotonía en
el juego de la que tanto se habla. Primero traza desmarque de ruptura en el que
gana la posición a Abate y este solo puede frenarle con un leve agarrón el cual
Mazic considera pena máxima. Messi, un tanto lánguido, lo transformó. Fuerte y
al centro, lo que quizás revela su estado de ánimo, le pegó a asegurar, sin
complicaciones. Lo cierto es que Leo, como su equipo, asusta, pero no mete
miedo como antaño, es un motor al que le falta 3 en 1.Y es que los culés
dominaban pero de forma estéril, un dominio improductivo. Posteriormente, Abate
volvió a trabar a Neymar cuando este se iba como una flecha hacia Abbiati. La
falta, botada por Xavi magistralmente, fue rematada al igual por Sergio
Busquets, aunque en claro fuera de juego. El público aprovechó para ofrecerle
una calurosa y merecida ovación. Los rossoneri crearon peligro a ráfagas y en
acciones aisladas. En una de esas, justo antes del descanso, Kaká, como un pez
que da sus últimos coletazos antes de ser pescado, metió la quinta velocidad
ante Alves, esa que nunca ha usado en España, para forzar a Piqué a que
desviara la trayectoria del balón y lo introdujera en su propio marco. A la
vuelta del descanso, Balotelli entró en escena y con él vinieron los mejores minutos
del Milán en el encuentro, aunque no tuvieron recompensa. Lo único destacable
de la segunda parte fue el sexto gol de Messi en Champions, a pared con Cesc
Fábregas, que acaba de ingresar en el terreno de juego. Una ración de alegría
más para un depresivo Leo. No hay más cera que la que arde, así, el Milán se mantiene segundo del grupo tras su
derrota frente al Barça, con el Ajax,
tras ganar a un Celtic
ultradefensivo en el Amsterdam Arena con precioso gol de Schöne tras jugada
combinativa, a un punto El Celtic se sitúa de esta manera cuarto, a dos puntos.
La segunda plaza y la opción de la Europa League están más abiertas que nunca.

Javier Martín

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