Un Madrid de dos caras sella
prácticamente su pase, Galata y Juve pelearán por la segunda plaza.
prácticamente su pase, Galata y Juve pelearán por la segunda plaza.
El conjunto de Carlo Ancelotti se impuso por un
ajustado marcador de 2-1 al Juventus de Turín, a pesar de jugar contra 10
merced a la polémica expulsión de Chiellini tras los quince minutos de rigor,
que ya había cometido un escandaloso penalti en la primera mitad. Los blancos
mostraron dos caras; la intensa, creativa y con mucha presión y buen juego en
la primera mitad, y la más pausada y calmada, sin tensión en la segunda mitad.
A la espera de acontecimientos. La Juve amenazó la victoria con más cercanía al
jugar con uno menos. Mientras, en Estambul,el Galatasaray se impuso con
comodidad al Copenhague tras una primera parte muy completa de los de Roberto
Mancini, con una espectacular actuación del carrilero diestro Emmanuel Eboué.
De esta manera, los turcos se aúpan como segundos con cuatro puntos superando a
los italianos, que se descuelgan terceros con dos puntos. El Copenhague de
Solbakken se mantiene último con el punto cosechado en la primera jornada ante
los juventinos. Muy complicado lo tienen los de Conte, si nos atenemos a las estadísticas
publicadas por el infalible Mr.Chip: “31 equipos
empezaron una Fase de Grupos de UCL con 2 empates y 1 derrota y sólo se
clasificaron 5 (16%)”.
ajustado marcador de 2-1 al Juventus de Turín, a pesar de jugar contra 10
merced a la polémica expulsión de Chiellini tras los quince minutos de rigor,
que ya había cometido un escandaloso penalti en la primera mitad. Los blancos
mostraron dos caras; la intensa, creativa y con mucha presión y buen juego en
la primera mitad, y la más pausada y calmada, sin tensión en la segunda mitad.
A la espera de acontecimientos. La Juve amenazó la victoria con más cercanía al
jugar con uno menos. Mientras, en Estambul,el Galatasaray se impuso con
comodidad al Copenhague tras una primera parte muy completa de los de Roberto
Mancini, con una espectacular actuación del carrilero diestro Emmanuel Eboué.
De esta manera, los turcos se aúpan como segundos con cuatro puntos superando a
los italianos, que se descuelgan terceros con dos puntos. El Copenhague de
Solbakken se mantiene último con el punto cosechado en la primera jornada ante
los juventinos. Muy complicado lo tienen los de Conte, si nos atenemos a las estadísticas
publicadas por el infalible Mr.Chip: “31 equipos
empezaron una Fase de Grupos de UCL con 2 empates y 1 derrota y sólo se
clasificaron 5 (16%)”.
Se engalanó el Bernabéu para recibir a la Vecchia
Signora en uno de los duelos más repetidos del viejo continente. Ancelotti
confió una vez más en su 4-3-3 apoyado en Illarra, Khedira y Modric como motor
impulsador. Conte cambió a un esquema con 4 centrales, con Cáceres y Ogbonna
como laterales. Lo que desprotegió al eterno Andrea Pirlo, que unido al mandato
de Ancelotti a Benzema de ser su sombra, redujo considerablemente su
protagonismo en el encuentro. Con este panorama el Madrid se rehizo de un
tirazo inicial de Marchisiso al que respondió Casillas a la perfección y tomó
el mando del encuentro con unos inspirados Modric y Di María. Pronto se iba a
levantar el público de los asientos cuando el Fideo asistió a Cristiano con una
pase filtrado superando la última línea juventina formada por Chiellini y
Barzagli, para que regateara a Buffon y mandara el balón a las mallas haciendo
de esta manera su sexto gol en Champions. No se aletargaron los campeones de
Italia, y en una acción aislada donde Arbeloa abandonó el lateral, la aprovechó
Pogba para entrar como un cuchillo y rematar un centro de Cáceres un tanto
pasado, Casillas repelió, pero no pudo hacer lo mismo con el tiro de Llorente,
aprovechando el rechace. Igualada momentánea, con lo que la Juve creció al
compás de Andrea Pirlo, que dejó importantes destellos, Cáceres empezaba a
entrar por el carril diestro aprovechando las subidas de Marcelo y Tévez
revoloteaba por ambas bandas dejando solo a Llorente para que las bajara del
limbo. Hasta que apareció la figura de Chiellini, que se encargó de inmolar a
su propio equipo. Primero, con un penalti estrepitoso cuanto menos. Empezó
agarrando a Cristiano del hombro y acabo por cogerlo del brazo y tirarlo al
césped, como cuando una mujer agarra y empuja a su hombre a la cama. Los
jugadores ni protestaron, el penalti fue clamoroso. Eso si, Gräfe no le mostró
cartulina. No lo desaprovechó el
portugués, que con ese gol ya suma siete, más que algunos equipos como
Milán,Barça o Galatasaray. Una absoluta brutalidad, aquí estoy yo quiso
expresar con su celebración. Este hombre es un extraterrestre. No se conformó
con eso Chiellini. Iniciada la segunda mitad, Cristiano se escapó en velocidad
como un cohete contra el internacional italiano, el inocente Giorgio sabía que
solo podía detener esa estampida de una manera. Impactó levementa con el codo
en la cara y Ronaldo cayó al suelo. El colegiado señaló falta al borde del
área, y cartulina roja, lo que rompía completamente el partido. Un tiro en el
pie de la Juve. Fuera Llorente, dentro Bonucci. Fuera Pirlo, dentro Asamoah.
Amplitud de banda, renunciando al control. Ovación para ambos sustiuidos,
demostrando que el Bernbéu es sabio. Cuando todos pensábamos que el Madrid iba
a pasar como un rodillo por encima de los bianconeri, ocurrió todo lo
contrario, el Madrid bajó un par de marchas con la intenció de apaciguar el
partido, pero lo hizo tanto, que creíamos que había caído en un profundo sueño.
Illarramendi dejó su puesto a Isco y Morata entró por un abucheado y ovacionado
Benzema a partes iguales. Tras el excelente trabajo oscuro realizado con el
excelso centrocampista italiano, Pirlo, lo empañó tras mandar al limbo un
centro de Arbeloa que solo tenía que empujar. Morata entró otra vez a comerse
el verde, creando mucho peligro por la banda izquierda, la que Cáceres dejaba
desguarnecida con sus subidas. Ahí apareció la figura de Vidal, omnipresente en
todos los aspectos. Cuatro veces se tiró al campo para recuperarse de sus
calambres, pero siempre aparecía en todas las acciones puntuales como un
Pitbull de presa, siempre agresivo, sosteniendo a su equipo. Hasta reclamó un
penalti de risa, que solo vieron el y Conte, tras golpear de forma ostensible
una elevación en el césped, en lugar del balón. Así murió el encuentro, con
Madrid pensando más en Neymar, Messi y compañía y una Juventus deseando enfilar
el túnel de vestuarios. Sobre todo su técnico, Antonio Conte, que disparó a
Gräfe en rueda prensa con un par de pullitas sobre la expulsión de Chiellini y
el penalti de Vidal.
Signora en uno de los duelos más repetidos del viejo continente. Ancelotti
confió una vez más en su 4-3-3 apoyado en Illarra, Khedira y Modric como motor
impulsador. Conte cambió a un esquema con 4 centrales, con Cáceres y Ogbonna
como laterales. Lo que desprotegió al eterno Andrea Pirlo, que unido al mandato
de Ancelotti a Benzema de ser su sombra, redujo considerablemente su
protagonismo en el encuentro. Con este panorama el Madrid se rehizo de un
tirazo inicial de Marchisiso al que respondió Casillas a la perfección y tomó
el mando del encuentro con unos inspirados Modric y Di María. Pronto se iba a
levantar el público de los asientos cuando el Fideo asistió a Cristiano con una
pase filtrado superando la última línea juventina formada por Chiellini y
Barzagli, para que regateara a Buffon y mandara el balón a las mallas haciendo
de esta manera su sexto gol en Champions. No se aletargaron los campeones de
Italia, y en una acción aislada donde Arbeloa abandonó el lateral, la aprovechó
Pogba para entrar como un cuchillo y rematar un centro de Cáceres un tanto
pasado, Casillas repelió, pero no pudo hacer lo mismo con el tiro de Llorente,
aprovechando el rechace. Igualada momentánea, con lo que la Juve creció al
compás de Andrea Pirlo, que dejó importantes destellos, Cáceres empezaba a
entrar por el carril diestro aprovechando las subidas de Marcelo y Tévez
revoloteaba por ambas bandas dejando solo a Llorente para que las bajara del
limbo. Hasta que apareció la figura de Chiellini, que se encargó de inmolar a
su propio equipo. Primero, con un penalti estrepitoso cuanto menos. Empezó
agarrando a Cristiano del hombro y acabo por cogerlo del brazo y tirarlo al
césped, como cuando una mujer agarra y empuja a su hombre a la cama. Los
jugadores ni protestaron, el penalti fue clamoroso. Eso si, Gräfe no le mostró
cartulina. No lo desaprovechó el
portugués, que con ese gol ya suma siete, más que algunos equipos como
Milán,Barça o Galatasaray. Una absoluta brutalidad, aquí estoy yo quiso
expresar con su celebración. Este hombre es un extraterrestre. No se conformó
con eso Chiellini. Iniciada la segunda mitad, Cristiano se escapó en velocidad
como un cohete contra el internacional italiano, el inocente Giorgio sabía que
solo podía detener esa estampida de una manera. Impactó levementa con el codo
en la cara y Ronaldo cayó al suelo. El colegiado señaló falta al borde del
área, y cartulina roja, lo que rompía completamente el partido. Un tiro en el
pie de la Juve. Fuera Llorente, dentro Bonucci. Fuera Pirlo, dentro Asamoah.
Amplitud de banda, renunciando al control. Ovación para ambos sustiuidos,
demostrando que el Bernbéu es sabio. Cuando todos pensábamos que el Madrid iba
a pasar como un rodillo por encima de los bianconeri, ocurrió todo lo
contrario, el Madrid bajó un par de marchas con la intenció de apaciguar el
partido, pero lo hizo tanto, que creíamos que había caído en un profundo sueño.
Illarramendi dejó su puesto a Isco y Morata entró por un abucheado y ovacionado
Benzema a partes iguales. Tras el excelente trabajo oscuro realizado con el
excelso centrocampista italiano, Pirlo, lo empañó tras mandar al limbo un
centro de Arbeloa que solo tenía que empujar. Morata entró otra vez a comerse
el verde, creando mucho peligro por la banda izquierda, la que Cáceres dejaba
desguarnecida con sus subidas. Ahí apareció la figura de Vidal, omnipresente en
todos los aspectos. Cuatro veces se tiró al campo para recuperarse de sus
calambres, pero siempre aparecía en todas las acciones puntuales como un
Pitbull de presa, siempre agresivo, sosteniendo a su equipo. Hasta reclamó un
penalti de risa, que solo vieron el y Conte, tras golpear de forma ostensible
una elevación en el césped, en lugar del balón. Así murió el encuentro, con
Madrid pensando más en Neymar, Messi y compañía y una Juventus deseando enfilar
el túnel de vestuarios. Sobre todo su técnico, Antonio Conte, que disparó a
Gräfe en rueda prensa con un par de pullitas sobre la expulsión de Chiellini y
el penalti de Vidal.
El Ali Sami Yen vivió una plácida noche. El infierno
turco disfrutó de la primera victoria de los suyos, mostrando su superioridad
técnica y táctica manisfiesta frente al Copenhague, que unido a la derrota de
la Juve, se presentan como firmes candidatos a la segunda plaza. Por ahora el
Galata parte con una ventaja de 3 puntos. El costamarfileño Eboué, atleta de
altísimo nivel, dio muestra de sus credenciales al recorrer una y otra vez el
carril derecho y asistir para que sus compañeros marcaran los tres goles en una
productiva primera mitad, fue el hombre
del partido. El cambio de sistema que ha implantado el técnico italiano desde
su llegada le ha beneficiado sobremanera, ahora coloca a tres centrales, Kaya,
Nounkeu y Chedjou, dejando las bandas para el ex del Arsenal y para el joven
talento guineo Bruma. Desde el primer minuto los turcos ya se lanzaron como un
león al cuello de los de Solbakken. Y recogieron sus primeros frutos en el
minuto 10, cuando una cabalgada por banda de Eboué, acabó en los pies de
Nounkeu, que sirvió sin dudar a un Felipe Melo que entró como un avión desde
segunda línea para rematar en plancha y hacer el primero, con cursiosa
celebración por cierto. Presión en todo el campo, combinaciones rápidas y
agresividad fueron las claves de los locales. Parecía que los daneses estaban
todavía en los vestuarios, a ritmo de tortuga entraron en el partido y tímidamente
empezaron a crear peligro a Muslera. Pero un balón muerto en el centro del
campo lo recogió Eboué para recorrer como un gamo toda la longitud del campo y
servir con calma para que Sneijder, que ya había avisado con un gran remate,
hiciera el segundo con un tiro raso y ajustado al palo izquierdo de Wiland. El
partido seguía por los mismos derroteros, Eboué corriendo sin fondo por el ala
derecha y Drogba ansioso por marcar. E iba a encontrar recompensa a su gran
trabajo. La conexión costamarfileña iba a relucir minutos antes del final de la
primera mitad cuando el precoz talento, ex del Sporting Portugal, Armindo Tué Na Bangna, más conocido
como Bruma, cediera el balón a Eboué tras una preciosa jugada, este llegó a la
línea de fondo y sirvió a Drogba para que la empujara. Fácil y sencillo lo
hacían los turcos, que sentenciaron al descanso. La segunda mitad iba a
transcurrir en dominio cuasi estéril del Galata, de no ser por sendas ocasiones
de Burak Yilmaz, que no supo aprovechar, y un Copenhague que no quería irse de
vacío. Claudemir, cuando el partido agonizaba, hizo el del honor, maquillando
una actuación indolente de los visitantes, tras una pared con Toutouh al borde
del área. El Galata olvida así la época Terim y la deblace de su debut ante el
Madrid.
turco disfrutó de la primera victoria de los suyos, mostrando su superioridad
técnica y táctica manisfiesta frente al Copenhague, que unido a la derrota de
la Juve, se presentan como firmes candidatos a la segunda plaza. Por ahora el
Galata parte con una ventaja de 3 puntos. El costamarfileño Eboué, atleta de
altísimo nivel, dio muestra de sus credenciales al recorrer una y otra vez el
carril derecho y asistir para que sus compañeros marcaran los tres goles en una
productiva primera mitad, fue el hombre
del partido. El cambio de sistema que ha implantado el técnico italiano desde
su llegada le ha beneficiado sobremanera, ahora coloca a tres centrales, Kaya,
Nounkeu y Chedjou, dejando las bandas para el ex del Arsenal y para el joven
talento guineo Bruma. Desde el primer minuto los turcos ya se lanzaron como un
león al cuello de los de Solbakken. Y recogieron sus primeros frutos en el
minuto 10, cuando una cabalgada por banda de Eboué, acabó en los pies de
Nounkeu, que sirvió sin dudar a un Felipe Melo que entró como un avión desde
segunda línea para rematar en plancha y hacer el primero, con cursiosa
celebración por cierto. Presión en todo el campo, combinaciones rápidas y
agresividad fueron las claves de los locales. Parecía que los daneses estaban
todavía en los vestuarios, a ritmo de tortuga entraron en el partido y tímidamente
empezaron a crear peligro a Muslera. Pero un balón muerto en el centro del
campo lo recogió Eboué para recorrer como un gamo toda la longitud del campo y
servir con calma para que Sneijder, que ya había avisado con un gran remate,
hiciera el segundo con un tiro raso y ajustado al palo izquierdo de Wiland. El
partido seguía por los mismos derroteros, Eboué corriendo sin fondo por el ala
derecha y Drogba ansioso por marcar. E iba a encontrar recompensa a su gran
trabajo. La conexión costamarfileña iba a relucir minutos antes del final de la
primera mitad cuando el precoz talento, ex del Sporting Portugal, Armindo Tué Na Bangna, más conocido
como Bruma, cediera el balón a Eboué tras una preciosa jugada, este llegó a la
línea de fondo y sirvió a Drogba para que la empujara. Fácil y sencillo lo
hacían los turcos, que sentenciaron al descanso. La segunda mitad iba a
transcurrir en dominio cuasi estéril del Galata, de no ser por sendas ocasiones
de Burak Yilmaz, que no supo aprovechar, y un Copenhague que no quería irse de
vacío. Claudemir, cuando el partido agonizaba, hizo el del honor, maquillando
una actuación indolente de los visitantes, tras una pared con Toutouh al borde
del área. El Galata olvida así la época Terim y la deblace de su debut ante el
Madrid.