Nueva era en Napoli.
Más concretamente podríamos hablar de la era
post-Cavani, Lavezzi y Mazzarri,
completada tras la ida del primero y el tercero en discordia. Muchas
caras nuevas y sangre renovada arriban este verano a la ciudad de
Nápoles. Caras conocidas para los aficionados españoles al
balompié. Su controvertido presidente, y activista twittero por
cierto (Twitter ha sido el principal caudal informativo del club),
Aurelio De Laurentiis, consiguió los 64 millones que imploraba por
el Matador Cavani, uno de los culebrones del verano, resuelto a golpe
de talonario por el presidente del PSG, Al-Khelaifi, poseedor de
dinero por castigo. La marcha de Mazzarri al Inter la palia con la
llegada del técnico español Rafa
Benítez,
tras un periplo en el Chelsea pre-Mourinho de lo más comprometido
cuanto menos; sabía que estaba de paso, más si cabe tras retumbar
en sus oídos el nombre de su sucesor cada partido en Stamford
Bridge, incluso la prensa llegó a tildarle de ‘interino’. El
caso es que Benítez toma el mando en San Paolo, y lo hace con un
equipo con una base sólida, mermado ofensivamente tras la marcha de
su mayor baza, sí, pero el dinero ingresado por el uruguayo ha dado
para mucha tralla. Callejón,
Reina
(como cedido),
Mertens, Armero, Albiol o Higuaín
ya relucen en los vestuarios de San Paolo. Se unirán a los Inler,
Maggio, Hamsik, Insigne y compañía que tanto han hecho disfrutar al
mítico estado Azzurri.
Sobre
este último quería hacer inciso. El joven Lorenzo
Insigne
(4 de Junio de 1991, Frattamaggiore, Italia) representa
a la perfección a Italia y sus nuevos valores.
Los Verratti, Immobile, Insigne, Florenzi, Destro o El Shaarawy son
ese grupo de fantasistas
que se alejan mucho de la concepción futbolística estereotipada del
país en forma de bota, aunque parece ahora que eso está cambiando
con Cesare Prandelli. Reclutado por el cuerpo técnico del entramado
juvenil de la cantera napolitana, pronto
empezó a deslumbrar con su clase y osadía.
Se podía vislumbrar que ahí había jugador para rato. Lorenzo fue
escalando categorías de forma asombrosa. El pequeño trequartista
llamó la atención de varios clubes italianos con su visión
de juego,
sus jugadas
inverosímiles
y su acierto
de cara a puerta.
Pero Insigne solo salió del club para foguearse, dada la dura
competencia en la parcela ofensiva en el primer equipo, en sendas
cesiones a Foggia y Pescara,
donde el forjador de talentos Zeman, le impulsó como un cohete en su
crecimiento. 19 y 18 goles respectivamente fueron sus credenciales.
“Está ya preparado para el Napoli y para la selección”
afirmón el técnico checo.
este último quería hacer inciso. El joven Lorenzo
Insigne
(4 de Junio de 1991, Frattamaggiore, Italia) representa
a la perfección a Italia y sus nuevos valores.
Los Verratti, Immobile, Insigne, Florenzi, Destro o El Shaarawy son
ese grupo de fantasistas
que se alejan mucho de la concepción futbolística estereotipada del
país en forma de bota, aunque parece ahora que eso está cambiando
con Cesare Prandelli. Reclutado por el cuerpo técnico del entramado
juvenil de la cantera napolitana, pronto
empezó a deslumbrar con su clase y osadía.
Se podía vislumbrar que ahí había jugador para rato. Lorenzo fue
escalando categorías de forma asombrosa. El pequeño trequartista
llamó la atención de varios clubes italianos con su visión
de juego,
sus jugadas
inverosímiles
y su acierto
de cara a puerta.
Pero Insigne solo salió del club para foguearse, dada la dura
competencia en la parcela ofensiva en el primer equipo, en sendas
cesiones a Foggia y Pescara,
donde el forjador de talentos Zeman, le impulsó como un cohete en su
crecimiento. 19 y 18 goles respectivamente fueron sus credenciales.
“Está ya preparado para el Napoli y para la selección”
afirmón el técnico checo.
Insigne
comenzará esta campaña su segundo
año en la plantilla napolitana,
tras su primera campaña en la serie A. Lo hará rodeado de grandes
jugadores con los que desarrollar el potencial que atesora, las
expectativas puestas en él son enormes. Su corta estatura (1,63 m)
le permite ser escurridizo
y bastante hábil,
una pesadilla para las defensas. Se mueve
con sigilo por el flanco izquierdo,
que suele ser la posición natural desde donde arranca, donde busca
asociarse con sus compañeros para trazar diagonales gracias a su
rápida
conducción,
al llegar al borde del área no duda en practica su fuerte
disparo,
siempre buscando el interior de su pie diestro. También es un buen
asistente,
su gambeta constante es una pesadilla para el defensor, llega a la
línea de fondo y asiste. El 4-3-3 es su sistema ideal, arrancado
desde el flanco delantero izquierdo, aunque también se adapta al
4-2-3-1. Su imaginación y alegría congeniará a la perfección con
los Callejón, Higuaín, Pandev, Mertens o Hamsik. Imagínenselo, los
aficionados de la squadra azzurri no dudarán ni un segundo en pagar
la entrada para ver semejante delicia futbolística. Casi con total
seguridad, salvo hecatombe, Insigne debe ser titular en este neo
Nápoles. Sus cambios
de ritmo, controles inverosímiles, variedad de regates tanto en
carrera como en estático gracias a su bajo centro de gravedad
escasean en la plantilla.
Y no hablemos ya de su fanatismo,
pues el único que se le puede acercar es el eslovaco Marek Hamsik,
cuyo rendimiento ha bajado notablemente en los últimos años.
comenzará esta campaña su segundo
año en la plantilla napolitana,
tras su primera campaña en la serie A. Lo hará rodeado de grandes
jugadores con los que desarrollar el potencial que atesora, las
expectativas puestas en él son enormes. Su corta estatura (1,63 m)
le permite ser escurridizo
y bastante hábil,
una pesadilla para las defensas. Se mueve
con sigilo por el flanco izquierdo,
que suele ser la posición natural desde donde arranca, donde busca
asociarse con sus compañeros para trazar diagonales gracias a su
rápida
conducción,
al llegar al borde del área no duda en practica su fuerte
disparo,
siempre buscando el interior de su pie diestro. También es un buen
asistente,
su gambeta constante es una pesadilla para el defensor, llega a la
línea de fondo y asiste. El 4-3-3 es su sistema ideal, arrancado
desde el flanco delantero izquierdo, aunque también se adapta al
4-2-3-1. Su imaginación y alegría congeniará a la perfección con
los Callejón, Higuaín, Pandev, Mertens o Hamsik. Imagínenselo, los
aficionados de la squadra azzurri no dudarán ni un segundo en pagar
la entrada para ver semejante delicia futbolística. Casi con total
seguridad, salvo hecatombe, Insigne debe ser titular en este neo
Nápoles. Sus cambios
de ritmo, controles inverosímiles, variedad de regates tanto en
carrera como en estático gracias a su bajo centro de gravedad
escasean en la plantilla.
Y no hablemos ya de su fanatismo,
pues el único que se le puede acercar es el eslovaco Marek Hamsik,
cuyo rendimiento ha bajado notablemente en los últimos años.
Queda
por ver el sistema
que utilizará el técnico madrileño en San Paolo,
si respetará la herencia acuñada por Walter Mazzarri y su
vertiginoso 3-4-3 o impondrá su estilo. Catalogado de defensivo, le
gusta armar a sus equipos desde atrás hacia adelante. En el Chelsea
usó siempre el 4-2-3-1. Un entrenador dominador de la pizarra, que
prima el colectivo a lo individual. Su parcela ofensiva se
caracteriza por jugadores de talento, pero para nada exentos de
responsabilidad defensiva. Sus equipos son rocosos y difíciles de
abrir. Con esto en la mano, casi
podríamos apostar a que no veremos el 3-4-3.
Sus jugadores le otorgan amplias variantes. Aunque con casi
total seguridad veremos el esquema que usó en Chelsea y Liverpool.
por ver el sistema
que utilizará el técnico madrileño en San Paolo,
si respetará la herencia acuñada por Walter Mazzarri y su
vertiginoso 3-4-3 o impondrá su estilo. Catalogado de defensivo, le
gusta armar a sus equipos desde atrás hacia adelante. En el Chelsea
usó siempre el 4-2-3-1. Un entrenador dominador de la pizarra, que
prima el colectivo a lo individual. Su parcela ofensiva se
caracteriza por jugadores de talento, pero para nada exentos de
responsabilidad defensiva. Sus equipos son rocosos y difíciles de
abrir. Con esto en la mano, casi
podríamos apostar a que no veremos el 3-4-3.
Sus jugadores le otorgan amplias variantes. Aunque con casi
total seguridad veremos el esquema que usó en Chelsea y Liverpool.
- Portería: Reina parece indiscutible como arquero. Rafael, fichado del Santos, tendrá la oportunidad de aprender de un campeón del mundo a lo largo del año, ya que se presupone que cuando acabe la cesión de Pepe, irá al Barça tras la fuga anunciada de Víctor Valdés. Cesión de transición parece.
- Defensa: Laterales potentes de largo recorrido, como Maggio o Zúñiga por el carril diestro, y el recién fichado Armero por la izquierda. La retaguardia será cosa de Albiol y Cannavaro o el ex Getafe Fede Fernández. Gamberini también aparece como una opción real.
- El centro del campo será territorio de Gokhan Inler y Marek Hamsik, su verdadera posición, a la espera de lo que ocurra con Gargano (suena para el Atleti). Ya que si entre el uruguayo Hamsik podría pasar a la mediapunta. Radosevic aún está muy verde para ser titular. Dzemaili y Behrami se presumen como suplentes que bien podrían ser titulares.
- Delantera: Suponemos que Goran Pandev será el dueño de la banda derecha, si Callejón no dicta lo contrario, pues el despliegue del macedonia tanto en defensa como en ataque se asemeja mucho al de aquel Kuyt en el Liverpool, tan del gusto de Rafa. Si Hamsik no ocupa la mediapunta, y teniendo en cuenta la facilidad de Insigne para filtrar el paso en el momento preciso a la espalda de la defensa, buscando los desmarques venenosos de Higuaín, el peso del equipo recaerá en la perla napolitana. Mertens, o incluso Callejón, entrarían en este caso por el ala izquierda. Higuaín, fichaje estelar, será el encargado de perforar las porterías rivales y demostrar que le han infravalorado. A la espera de si llega o no Jackson Martínez, aunque parece muy lejano esto.
Con
esto quiero mostrar las grandes
posibilidades de las que dota Insigne al equipo con su presencia en
el once,
tanto arrancando desde el flanco izquierdo, como de enganche. Es un
jugador de gran
movilidad y dinamismo,
perfecto para el juego de toma y daca que tanto le gusta al actual
técnico. Además, como punto a favor para con Benítez, rezuma
pundonor en todas sus acciones,
y no
duda en ponerse el mono de trabajo cuando toca.
Eso sin contar su gran presencia ofensiva, ya que asegura
un gran caudal de goles,
también en las acciones a balón parado, gracias al guante
que posee por pie derecho.
A pulir está su intermitencia
en el juego durante los 90 minutos y su endeble
físico,
aunque es muy difícil quitarle el balón.
esto quiero mostrar las grandes
posibilidades de las que dota Insigne al equipo con su presencia en
el once,
tanto arrancando desde el flanco izquierdo, como de enganche. Es un
jugador de gran
movilidad y dinamismo,
perfecto para el juego de toma y daca que tanto le gusta al actual
técnico. Además, como punto a favor para con Benítez, rezuma
pundonor en todas sus acciones,
y no
duda en ponerse el mono de trabajo cuando toca.
Eso sin contar su gran presencia ofensiva, ya que asegura
un gran caudal de goles,
también en las acciones a balón parado, gracias al guante
que posee por pie derecho.
A pulir está su intermitencia
en el juego durante los 90 minutos y su endeble
físico,
aunque es muy difícil quitarle el balón.
Tras
una Euro U21 donde ya mostró sus credenciales, y dijo aquí estoy,
es
el año de Insigne.
Carácter y osadía no le faltan: tiró de la selección en los
momentos más difíciles. Este Nápoles, en constante crecimiento,
tiene el deber de pelear por la Serie A y las competiciones
domésticas. La Champions, quizás, le quede aún demasiado grande.
Aunque como se dice, el fútbol es imprevisible. Lo que está claro
es que Insigne será vital para ello.
una Euro U21 donde ya mostró sus credenciales, y dijo aquí estoy,
es
el año de Insigne.
Carácter y osadía no le faltan: tiró de la selección en los
momentos más difíciles. Este Nápoles, en constante crecimiento,
tiene el deber de pelear por la Serie A y las competiciones
domésticas. La Champions, quizás, le quede aún demasiado grande.
Aunque como se dice, el fútbol es imprevisible. Lo que está claro
es que Insigne será vital para ello.