Aguirre y los suyos esperan mañana al Alavés en Son Moix (19:00). El colista visita la isla con el objetivo de dejar de serlo y de acercarse a una salvación que tienen ahora a cuatro puntos y que seguirá siendo así a no ser que el Cádiz gane hoy en el Camp Nou. El Mallorca quiere darle la estocada final a los babazorros, que de perder tendrían que completar una misión casi imposible para salvarse.

El club busca que la afición le acompañe en esta jornada, a pesar de ser intersemanal, y para ello le ha dado a cada abonado la posibilidad de retirar una entrada a precio reducido que incluye otra totalmente gratis. Aguirre ha hablado hoy en rueda de prensa y ha dejado entrever que habrá cambios en el once para que el equipo juegue mejor y salga de forma decidida a por los tres puntos. Los bermellones saben que una victoria les colocaría a pocos puntos de una salvación para la que parece se van a necesitar menos puntos que en otras temporadas. El Alavés, que cambió de entrenador recientemente con la salida de Mendilibar y la llegada de Julio Velázquez, querrá dar continuidad a la victoria que logró este fin de semana ante el Rayo en Mendizorroza. Los albiazules nunca han ganado en Son Moix y tendrán que revertir esta estadística si quieren seguir con opciones reales de permanencia. El partido adquiere una trascendencia mayor para el que se lleve el goal-average particular, que ahora mismo ganaría al Mallorca después de la victoria cosechada en Vitoria a inicios de campeonato.

Aguirre no podrá contar ni con Jaume Costa ni con Amath para el encuentro de mañana. Los visitantes, por su parte, no podrán contar con Pere Pons y tampoco con Javi López. El Mallorca llega en un momento de dudas, la llegada de Aguirre supuso un cambio radical en la forma de afrontar los partidos y se lograron tres puntos vitales ante un rival fortísimo como el Atlético de Madrid, pero fuera de casa la cosa ha ido mal. Dos derrotas, una en el Coliseum y la otra en el Martínez Valero, esta última dolorosa por la forma en la que jugó el equipo, han hecho plantearse al “vasco” si debe ser más ambicioso de inicio en cuanto al sistema y tras sus palabras en rueda de prensa se presupone un cambio en la manera de afrontar, al menos, el encuentro de mañana. El Alavés parece que seguirá con un 4-4-2 con dos pivotes de corte defensivo y basará gran parte de sus opciones en campo rival en la capacidad anotadora de un Joselu que carga con casi todo el peso goleador del equipo.

No es una final, no es decisivo, pero es clave que los bermellones ganen mañana para ponerse ya muy cerquita del objetivo y para afrontar los siguientes encuentro con la tranquilidad de quien después de mucho remar va llegando a la orilla. El Alavés tendrá que salir a hacer lo propio porque de no hacerlo para ellos sí que sería casi definitivo. Partido de infarto en un Son Moix que tendrá que apretar.