La vigesimosegunda jornada de campeonato en el Grupo III de la Segunda División B nos regaló un derbi palmesano para la historia de fútbol. El estadio de Son Moix acogió un mágico encuentro de fútbol entre el Real Mallorca de Vicente Moreno y el Atlético Baleares de Horacio Melgarejo. Los locales consiguieron una merecida victoria (3-2) a manos de sus vecinos de ciudad, rompieron la fatídica racha de seis partidos sin ganar y volvieron a afianzar su liderato, inamovible a día de hoy. Por su parte, los blanquiazules volvieron a sufrir una derrota que les deja apalancados en la zona caliente de la tabla.

La intensidad y las expectativas previas al partido acabaron en sintonía con el mismo. El estadio fue una olla a presión desde el primer instante de juego. Ambos equipos desplegaron un fútbol impreciso y poco vistoso basado en posesiones y presión alta, fruto de un manojo de nervios incalculable sobre el verde. El Mallorca fue el primero que gozó de las primeras ocasiones claras del partido. Vicente Moreno hizo debutar a Aridai como titular por la banda, con Bustos en la otra, y el resultado no fue malo del todo. Los centros llegaron pero Álex López y Cedric no estuvieron atinados de cara a gol. El Baleares salió al campo bien replegado y la defensa de los de Melgarejo cuajó una gran primera mitad, con un Vallori imperial. El primer gol del partido lo consiguieron los visitantes. Biel Guasp puso un centro que no encontró ni rematador ni despeje, pero si portería. Sin querer, y con error de Pedraza y Reina, el Baleares se adelantó en el marcador y se fue al descanso con el 0-1 a favor.

La segunda parte fue una de las más emocionantes vividas jamás en Son Moix, o al menos en los últimos años. El Mallorca saltó a comerse a su rival y encontró el premio por partida doble muy pronto. Fueron primero Aridai y después Salva Sevilla los que consiguieron la ansiada remontada justo antes de que se cumpliera una hora de partido. Cuando el partido estaba bañado en una clara tónica bermellona, un discutido saque de esquina se convirtió en la igualada blanquiazul, obra de Sergio Sánchez. El zaguero blanquiazul cabeceó a gol un centro de Fullana y los 900 balearicos presentes en Son Moix enloquecieron. Pero el Mallorca dejó las lamentaciones de lado y en un abrir y cerrar de ojos volvió a mandar en el marcador. Aridai, el hombre del partido, puso un gran centro para que Álex López sólo tuviera que meter la testa y marcar el que sería el tanto definitivo. 3-2, un derbi para la historia y un partido espectacular el acontecido en Son Moix en esta mañana de domingo.

La vuelta a la victoria en un partido clave puede suponer otro punto de inflexión en la temporada del líder momentáneo. El Mallorca dió la cara a tiempo y mostró las garras cuando debía. Otra jornada como líder y una mala racha que ya es historia. Por su parte, en clave balearica, los de Horacio Melgarejo volvieron a perder un partido tras reencontrarse con la victoria la semana pasada. Los de Son Malferit deberán seguir trabajando para no pasar apuros en la zona baja de la clasificación.